Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos tallarines rojos con pollo, papa a la huancaína y, para tomar, una jarrita de maracuyá heladita. “María, el sicariato está imparable en Lima y el resto del país. La noche del martes, asesinos a sueldo que se desplazaban en motos mataron a balazos al teniente alcalde de Santa Anita, John Javier Valverde Ramírez, cuando se dirigía a su casa en la Vía de Evitamiento con la avenida Los Quechuas, en Ate.
Horas más tarde, otros criminales victimaron a una pareja que comía pollo a la brasa en el interior de un auto, en el distrito de Puente Piedra. Se trata de Hitler Ramírez Purificación y Yackeline Huanace Gonzales. Esta última era dueña de un negocio de lubricantes y el hombre minutos antes había denunciado el robo de su vehículo y que los ladrones le exigían dos mil soles para devolvérselo.
Todos los días hay asesinatos a manos de sicarios por distintas razones: sentimentales, de negocios, extorsión o en guerra de bandas. Los asesinos muchas veces aceptan el trabajo por 500 soles o menos.
Es que ahora es fácil conseguir armas en el mercado negro. Hasta los maleantes que recién empiezan en el mundo delictivo pueden comprar un revólver o pistola, como si estuvieran comprando un televisor. Y no dudan en disparar a matar a los policías o serenos, como ha pasado con el caso de ‘Maldito Cris’.
Es decir, se ha perdido el respeto y miedo a los agentes del orden por culpa de esas ONG que defienden a los delincuentes y terroristas, y criminalizan a los policías que hacen uso, legítimamente, de su armamento. También de los jueces y fiscales que liberan hampones por minucias, como esa fiscal que botó a la calle a ‘Maldito Cris’ solo meses antes de matar al sereno de Surco.
Por eso, si eres extorsionado o amenazado de muerte, sigue estos consejos:
- Denuncia de inmediato si eres víctima de extorsión por cualquier motivo. Graba los mensajes extorsivos y las amenazas. También los números de teléfono desde donde te llaman.
- Si has sido amenazado, no sigas tu rutina. Cambia de carro o de ruta cuando salgas de casa o el trabajo. Altera constantemente esta rutina.
- Atento a los carros o personas que se acercan a tu barrio o al trabajo. Antes de salir métele una chequeada a la calle y a todo lo sospechoso.
- Si alguien te llama para salir a conversar a la calle o algún sitio apartado o muy noche, por más amigo y conocido que sea, no aceptes. Cítalo en tu casa o en un lugar seguro. Los ‘centradores’ son parte de la mafia.
- No confíes en nadie. Solo en tu familia. A veces el dato para las extorsiones viene de adentro, bien de tu casa o del trabajo”. Buenos consejos de Gary. Me voy, cuídense.