Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una cachemita frita con arrocito, sarsa criolla y harto ají. Para tomar pidió una jarrita de limonada. “María, seguimos con el tema de la salud. Preocupan las cifras de desnutrición y anemia en el Perú. Según el INEI, casi la mitad de los niños menores de 3 años tiene un décifit de hierro en todo el país.
Se trata de una cifra alarmante que representa una seria amenaza para la salud pública. Es que los pequeños que tienen este problema están en mayor riesgo de padecer una enfermedad infecciosa. Además, se ha comprobado que tienen menos capacidades de socialización y desarrollo psicomotor. La falta de una alimentación sana afecta su desarrollo cerebral, causa deficiencia de atención y concentración. Es decir, una generación entera puede tener graves problemas en el futuro.
Los gobernantes tienen que ‘ponerse las pilas’ y atacar este asunto con todo lo que se tenga a la mano. Ya basta de que se paguen viajecitos de los congresistas a otros países, de que se regalen carteras caras por el Día de la Madre o que los ministros y sus secuaces se roben la plata de todos los peruanos en los proyectos de obras públicas. El futuro de un país está en peligro.
Los expertos en nutrición exigen buenos hábitos de alimentación para los niños, a fin de favorecer su crecimiento y desarrollo. Su dieta debe incluir verduras, frutas, cereales y lácteos. Tienen que evitar las comidas chatarra y las gaseosas o jugos de fruta envasados, que en nada ayudan a su organismo.
También recomiendan que realicen por lo menos una hora de ejercicios o actividad fisica al día. Por eso, empresas como Nestlé se han preocupado por el tema. Esta compañía lanzó hace un tiempo su programa de educación nutricional Crecer Bien, que ha beneficiado a 1.3 millones de peruanos.
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