Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pescadito frito con lentejitas y arrocito blanco, y para tomar una jarrita de naranjada. “María, hoy más que nunca debemos cuidar a nuestros niños ante la arremetida de gente con el cerebro distorsionado, que pretende normalizar las con niños. Para todos los que somos papás se nos hace imposible permitir que un adulto toque a nuestros hijos y menos entregarlos en matrimonio. Los niños no tienen aún la personalidad definida, ni la madurez para enfrentarse a dirigir un hogar. Menos para tener hijos o entregarse sexualmente a una persona mayor. El trauma que causa estas experiencias es imborrable y nadie en su sano juicio está dispuesto a que sus niños pasen por esto. Según el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (), en el país hay registrados más de 5 mil matrimonios infantiles. Es decir, niñas de 11 a 17 años casadas con hombres adultos.

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Véronique Henry, directora de Plan International-Perú, dijo hace unos meses para el portal Infobae que en muchas ocasiones las niñas y adolescentes se ven obligadas por sus familias o comunidades a contraer matrimonio debido a embarazos no deseados o circunstancias socioeconómicas difíciles. En todos estos casos, hay un impacto negativo en la calidad de vida de las personas afectadas.

La especialista indicó que las niñas se enfrentan a una serie de desafíos, como la interrupción de su educación, la vulnerabilidad a la violencia de género, la limitación de futuras oportunidades —repitiendo ciclos de pobreza— y los riesgos de sufrir complicaciones en su salud debido a un embarazo precoz. Es decir, por donde se le mire es un peligro normalizar, como pretende el congresista , las relaciones sexuales con menores de edad. Eso es aberrante y condenable, no lo podemos permitir.

Ciertamente, en algunos sectores sociales o en comunidades alejadas de las urbes hay casos de embarazos prematuros, pero eso debe ser sancionado y no normalizado. La ley debe señalar que solo se permitan los matrimonios entre gente adulta y jamás con niños, así sea con el consentimiento de los padres. El Ministerio de la Mujer necesita trabajar esos temas de concientización para evitar que las chicas sean atacadas sexualmente por hombres mayores, porque eso es lo que es, un ataque, y tampoco permitir que para ‘lavar la mancha’ se case con su violador o acosador.

Y, por favor, padres, controlen lo que sus hijos consumen en internet, redes sociales o en los medios en general. Sin que nos demos cuenta están lavando la mente de nuestros niños, los están educando a su manera y no como nosotros queremos, en base a nuestras creencias, tradiciones y valores propios. Asumamos nuevamente el control de la educación en valores y cultura de los hijos que hemos traído al mundo”. Qué buenas palabras de Gary. Me voy, cuídense.

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