Mi amigo Gary llegó al restaurante por sus medallones de pavita con puré de papas, ensalada rusa y, para la sed, una limonada frozen. “María, en estos meses de verano, cuando los chicos están de vacaciones del colegio o la universidad, es el tiempo propicio para que los padres aprovechen para acercarse más a sus hijos. Lo primero es la comunicación, el diálogo. Saber escuchar y hablar es la clave para cualquier relación saludable, también de padres e hijos.
Pero ser padre es un trabajo duro y mantener una buena comunicación con los hijos, sobre todo en la época de la adolescencia, puede ser todo un reto. El principal obstáculo es el tiempo, pues los padres dedican la mayor parte al trabajo y las relaciones sociales. Ahora, con la tecnología, la situación se ha complicado aún más, pues hay familias donde padres e hijos están juntos en la sala, pero tienen el celular en la mano y eso marca una barrera entre ellos. Pese a estas dificultades, los padres debemos ingeniárnoslas para tener una buena relación con nuestros hijos. Aquí te dejo algunos tips para tus lectores.
- Sé accesible para tus hijos. Averigua cuándo están más dispuestos a hablar. Puede ser al acostarse, en el desayuno o en la sala. Trata de ser receptivo y hacerles saber que los quieres escuchar.
- No hagas las cosas por ellos. Si pueden hacer algo por sus propios medios, déjalos, sentirán más satifacción y amor propio.
- Empieza tú la conversación. Así les demuestras que ellos te interesan y que te preocupas por lo que les pase. Procura no empezar con preguntas, pues pueden tomarlas como un interrogatorio.
- Trata de encontrar el momento adecuado en la semana para realizar una actividad con cada hijo por separado. Evita tener otras preocupaciones durante este tiempo.
- Conoce sus intereses y gustos. Por ejemplo, su música, hobbies, colores preferidos y otros. Tus hijos lo valorarán favorablemente.
- Cuando tus hijos estén hablando algo importante, deja de lado lo que estás haciendo y escúchalos.
- Escucha y trata de entender su punto de vista, incluso si es contrario al tuyo. Cada persona tiene una forma de pensar diferente.
- Evita discutir por quién tiene la razón. Si dos personas tienen una posición cerrada, nunca se podrá llegar a un consenso. Expresa tu opinión sin menospreciar la de tus hijos.
- Simplemente habla con tus hijos, no les sueltes críticas o amenazas. Respeta su capacidad”. Tiene razón mi amigo Gary. Me voy, cuídense.
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