Si amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tallarín saltado tipo chino con su wantán frito bañado con salsa de tamarindo. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada heladita. “María, en redes sociales le han dado duro al conductor de televisión Yaco Eskenazi por afirmar que ‘está misio’ y por eso no pudo comprar entradas especiales cuando fue a Disney con su esposa Natalie Vértiz, sus dos hijos y la niñera.
Para los internautas esto es una cachetada a la pobreza, en especial para cientos de miles de peruanos que con las justas tienen que comer una vez al día, viven en casas de esteras y sus hijos caminan con zapatos rotos. Por supuesto, no es su culpa.
Es una realidad que cuenta, pero lo cierto es que decirlo en un país con tantas carencias resulta un poco fuera de lugar. Debido a la crisis política, que derivó en problemas económicos, muchos padres de familia han perdido sus trabajos, otros emprendedores se fueron a la quiebra y una masa de jóvenes no puede estudiar por falta de recursos. En la calle se siente la desesperanza, el estrés por no poder llevar alimentos a la familia, por no cubrir sus necesidades.
Yo me imagino la angustia de ese padre cuyos hijos le piden unas zapatillas nuevas, que los lleve a comer un pollito a la brasa o que salgan a pasear, cuando no tiene ni un sol en el bolsillo. Sin embargo, el peruano es resiliente, es sacrificado y no le hace asco al trabajo, cualesquiera sea.
Pese a la crisis económica, su creatividad aflora en estos momentos. Si perdió el trabajo se pone a vender salchipapas en la calle, hace taxi o pone un emprendimiento. No se muere de hambre, solo necesita oportunidades y que los rateros no le roben o le pidan un cupo ‘por seguridad’. Espero que el gobierno deje de pensar en Rolex y se ponga a trabajar en favor de los más desposeídos.
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