Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un filete de corvina dorada frito, acompañado de papas, arrocito graneado y ensalada fresca. Para calmar la sed pidió una jarrita de chicha morada. “María, ayer más de 8 mil jóvenes rindieron el primer examen en San Marcos a fin de ingresar a las carreras de Ciencias Básicas e Ingeniería.
Desde temprano, los nerviosos y expectantes estudiantes fueron llegando a los centros de exámenes, muchos de ellos acompañados de sus padres que se quedaron afuera muy nerviosos por el resultado. Se trata de muchachos que han consagrado la vida a los estudios, que dejan diversión, fiestas, amigos y enamorados de lado con el objetivo de conseguir el sueño de estudiar en la cuatricentenaria universidad.
Qué diferencia con esos otros peruanos, muy pocos de verdad, que viven del robo, la estafa, la venta de drogas o la extorsión. O del animador ‘Chibolín’, que hoy tiene sus huesos en el penal de Lurigancho, involucrado en lavado de activos y tráfico de influencias.
El oropel, la plata fácil y la diversión enceguecen a muchas personas y por eso acaban mal. El progreso llega con mucho esfuerzo, dedicación y disciplina.
Eso es lo que pasará con los jóvenes que ingresen este año a San Marcos. El futuro se les presenta boyante, pues, pese a todos los problemas, somos un país importante en Latinoamérica, más aún ahora que se inaugurará el megapuerto de Chancay, que moverá el tráfico de mercancías de Asia, en especial de China, hacia esta parte del mundo.
MÁS INFORMACIÓN:
Contenido GEC