Comer bien suele ser más complicado de lo que imaginamos, sobre todo cuando buscamos que la alimentación de los pequeños de la casa sea la ideal para que puedan recuperar el desgaste mental y físico por sus clases diarias.
Para la nutricionista de la Clínica Javier Prado Karla Gutiérrez, lo primero que debemos tener en cuenta es la capacidad gástrica del menor. “El estómago de un niño, de un adolescente y de un adulto es totalmente diferente, por ende, las proporciones en las que comerá también lo serán. No le exijamos comer más de lo que puede”, advierte.
Además, Gutiérrez menciona que un plato bien balanceado es aquel que contiene tres tipos de alimentos:
Energéticos: arroz, menestras, pastas.
Reguladores: frutas, verduras y hortalizas.
Constructores: carnes, huevos, pescados, pollo.
La división del plato de nuestros hijos sería de la siguiente manera: medio plato de verduras y hortalizas. Un cuarto del plato de proteínas y el otro cuarto del plato de cereales, tubérculos y legumbres.
Los niños deben estar, desde pequeñitos, familiarizados con una alimentación variada y equilibrada para evitar enfermedades y trastornos alimentarios.
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