Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una causa rellena de atún con arroz y ensaladita fresca. Para tomar pidió una jarra de naranjada. “María, en los últimos años los peruanos nos hemos desunido más que en otras épocas, por temas políticos, sociales y otros. Por ejemplo, en el Perú se formaron desde hace casi treinta años dos grandes partidos: el fujimorismo y el antifujimorismo. Esta situación ha impactado en cómo se desarrollan las elecciones y provocado, además, inestabilidad en los últimos gobiernos, desde Pedro Pablo Kuczynski, hasta Pedro Castillo, pasando por Manuel Merino y Martín Vizcarra.
Eso nos impide avanzar como país y por eso nuestra economía está en rojo, no hay trabajo, tampoco inversiones y el panorama se torna complicado de aquí a fin de año. Y si a eso le agregamos la corrupción, pues la situación se agrava. La desunión se ve hasta en el deporte. El otro día unos desadaptados golpearon a una familia, niños incluidos, durante la final del torneo femenino de fútbol entre la ‘U’ y Alianza Lima en el estadio Monumental. Los llamaban ‘infiltrados’.
En qué mente atrofiada se puede concebir la agresión a una familia solo por expresar su hinchaje por determinado club. Todos somos peruanos, somos hijos, padres, hermanos, amigos. Si hasta hay ‘muros de la vergüenza’ que separan a barrios enteros. Aquí se cholea y serranea como si nada. Y también aflora el clasismo, se llama misio al que tiene menos plata y no usa ropa cara o celulares de alta gama.
Pero cuando juega la selección todo eso cambia. En el estadio ricos y pobres saltan igual gritando ‘¡Perú, Perú!’. Tengo grabadas en mi mente para siempre las imágenes del Mundial Rusia 2018, al cual clasificó la Blanquirroja, donde decenas de miles de gargantas peruanas entonaban en ese lejano país, como si fuera el Himno Nacional, el ‘Contigo Perú’ de Augusto Polo Campos, en la voz del inolvidable Arturo ‘Zambo’ Cavero y la maravillosa guitarra de Óscar Avilés. Esa actitud, esa hermandad, si la tuviéramos siempre, nos haría un país desarrollado. El loretano, el puneño, el piurano, el iqueño, todos son peruanos. Igual el panadero de barrio, el chofer de combi, el artesano ayacuchano y el nativo de Madre de Dios.
Somos un crisol de razas, culturas y tradiciones. Eso nos hace diferentes ante otros países. Mañana jueves nuestra selección se enfrente a Paraguay en Ciudad del Este, en el arranque de las Eliminatorias, y todo el Perú volverá a estar unido y fuerte como un solo puño. Se escuchará retumbar el ‘¡Arriba, Perú!’. Insisto, así deberíamos ser siempre, no solo con el fútbol”. Buenas palabras de Gary. Me voy, cuídense.
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