Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un churrasco jugosito, con papas doradas, un poquito de arroz bien graneado y, para tomar, una chicha morada fresquecita. “María, ayer conversábamos sobre el estrés y todos los peligros que trae para salud, pues las personas que lo padecen corren el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, presión arterial alta, obesidad, diabetes y otros males que, a la corta o a la larga, irán minando la vida y salud de quienes lo padecen. Sé que es casi imposible no estresarse en la actualidad, con las obligaciones del trabajo, del hogar, la familia, los problemas de dinero, horarios y otros.
Pero de lo que se trata es de intentar manejar lo mejor posible el estrés, que es un estado de preocupación o tensión mental provocado por una situación complicada. Sus efectos físicos inmediatos pueden ser: dolor de cabeza, tensión o dolor muscular, dolor en el pecho, fatiga, cambio en el deseo sexual, malestar estomacal y problemas de sueño. A nivel de estado de ánimo, pueden darse algunos síntomas como ansiedad, inquietud, falta de motivación o de enfoque, sentirse abrumado, irritabilidad o enojo, tristeza o depresión. Todo eso puede hacer que algunas personas caigan en situaciones como: consumo de comida en exceso o por debajo de lo normal, arrebatos de ira, drogadicción o alcoholismo, consumo de tabaco, aislamiento social y la práctica de ejercicio con menos frecuencia.
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