Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un arroz con pollo con la presa doradita, tiras de pimiento, sarsa criolla y, para la sed, un refresco de cocona.
“María, el Poder Judicial ordenó 18 meses de prisión preventiva contra 14 de los 16 árbitros acusados de favorecer con sus fallos a la corrupta empresa brasileña Odebrecht, a cambio de sobornos. Todos son abogados y, como tales, saben claramente qué es un delito. Seguramente, jamás pensaron que pisarían una prisión. Ante situaciones como estas, es la familia la que más sufre.
No solo por todo el dolor que genera tener a un ser querido privado de su libertad, sino porque se convierten en blanco de señalamientos. La justicia, al final, decidirá si esos árbitros son culpables o no de los delitos que se les imputan. Pero todo esto nos tiene que dejar enseñanzas que los padres debemos tener presente para educar bien a nuestros hijos. Una de ellas es tener claro que no solo basta con darles una profesión, sino que es fundamental inculcarles valores para que actúen con corrección y no crucen la línea ante las distintas pruebas que les pondrá la vida. Algunos consejos de los especialistas:
Enséñales valores. Hay muchos que debes inculcarles desde pequeños, pero hay siete imprescindibles: la honestidad, responsabilidad, tolerancia, gratitud, humildad, compromiso y generosidad. Si haces esto, tus hijos se convertirán en adultos honestos y sociables a quienes se les hará muy difícil violar las leyes.
El valor del trabajo. Los chicos deben comprender que el dinero fácil, malhabido, nunca es bueno, pues siempre alguien sufrirá un mal por su causa. Inculca a tus hijos desde niños el amor y el respeto por el trabajo honesto, como base del progreso y bienestar.
No vale ‘el éxito’ logrado de cualquier manera. Hay mucha gente que para avanzar no duda en pisar cabezas, en dañar. No es lo correcto y no se debe hacer.
Amor por el estudio. Así como es importante enseñar valores a los hijos, también lo es darles conocimientos, herramientas que les permitan ganarse la vida de manera digna.
Edúcalos en la empatía. Esta es la capacidad de ponerse en los zapatos del otro, de tomar su lugar. Permite que la persona entienda el sufrimiento del otro. Hace que sea muy difícil dañar a los demás, incluidos animales y plantas.
Disciplina en el hogar. Debes corregirlos siempre con cariño y firmeza, jamás a los gritos, ni con insultos o golpes. Deben hacer las tareas de la casa y del colegio. Si no lo hacen tienen que recibir un castigo, como dejarlos sin ver la televisión, negarles permiso para jugar u otros. ¡No los golpees ni humilles!”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.