La Seño María

El Chato se planta

La Seño María habla de las aventuras amorosas del Chato Matta.
El Chato Matta

El Chato Matta llegó al restaurante por su ocopa con lechuga y huevito duro. De segundo un sabroso adobo de chanchito con arroz graneadito y rocotito molido. Para beber se tomó una jarra de hierbaluisa al tiempo.

“María, tú sabes que estoy saliendo desde hace meses con Sammy, una buena chica que estudia y trabaja. Ella me ha hecho olvidar a tantas mujeres de la noche que me presentaba Pancholón. Ella me puso como condición que si quería ser su pareja, debía dejar de ver a ‘ese gordo cochino y sin vergüenza’.

Me dijo: ‘Ese es el causante de todas tus desgracias, es un mal amigo, quiere que todos sean como él, que fracasen en sus relaciones por estar con una y otra’. Al principio le hice caso y me alejé del famoso ‘Emperador’. Pero el gordito me timbró la vez pasada: ‘Chatito, estoy mal del hígado, los riñones y la próstata, el médico me ha dicho que deje de tomar licor un año por lo menos, por eso los abogados del Callao, con Calulo y El Patrón a la cabeza, me van a hacer mi despedida con una nenas. El local es circuito cerrado, te espero’. Fui y nos recibieron como reyes: ‘Pasa Panchito, pasen caballeros, hay un reservado para ustedes’. ¿Por qué me llevó a ese local donde todo era tentación?

Pucha María, yo que ya había decidido tener una relación seria con Sammy, me tiré al río y hasta amanecí con un tremendo chupeton en el cuello. Al día siguiente tuve remordimientos y fui a buscar a Sammy a su trabajo. ‘Te invito unos anticuchos’, le dije. A la hora que nos sentamos, le iba a pedir perdón por flaquear ante Pancholón, pero ella se me adelantó.

Me dio un papelito y pidió que lo leyera mientras iba al baño. Era un poema: ‘Vamos hacia los árboles... el sueño/se hará en nosotros por virtud celeste./Vamos hacia los árboles: la noche nos será blanda/la tristeza leve./Vamos hacia los árboles, el alma/adormecida de perfume agreste./ Pero calla, no hables, sé piadoso/no despiertes a los pájaros que duermen’. María, no te imaginas lo mal que me sentí. Ella es una mujer profesional que no me pide regalitos, salidas a discotecas y salsódromos. La pasamos muy bien en el cine y el Parque de las Aguas.

La verdad que me salvé. Pero en la madrugada me llamaron por teléfono. Era el procurador Betito: ‘Chato, a Pancholón lo llevaron de emergencia a la clínica. Parece que una de esas chicas le metió algo en el trago’. Lo sacaron en camilla del local de foquitos rojos. No, de ahora en adelante voy a cambiar y creo que Sammy es la mujer que necesito. Me voy a plantar.”. Pucha, ese Chato ya encontró a una chica buena, ojalá que no la pierda por hacerle caso al tramposo de Pancholón. Me voy, cuídense.

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