Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un aguadito de pollo con papa amarilla, pimiento, arvejita, arrocito y su presa grande. Y para tomar una cebada con bastante limón para bajar la grasita. “María, llegué temprano a la redacción y me encontré con el legendario periodista de policiales ‘El Sonámbulo’. Estaba escribiendo su crónica policial sobre la ola de asaltos a los camiones y furgonetas que salen de los terminales marítimos y aéreos del Callao.
‘Gary, ese asalto a un camión en plena avenida Colonial, ¡a una cuadra de la comisaría de la Unidad Numero 3! donde murió cruelmente baleado el copiloto, me parece muy sospechoso. Ha dado de qué hablar en todo Lima y demuestra que nadie está a salvo de la inseguridad ciudadana. ¿Por qué de centenares de camiones que salen cada diez minutos de los terminales y almacenes del Callao tuvieron que robar justo uno que llevaba más de 200 mil dólares en costosos equipos?
Ya los ‘tigres’ de las divisiones de Homicidios -porque mataron a un trabajador- y de Robos de la Policía han llegado a la conclusión de que este no es un caso aislado de delincuentes comunes. Aquí hay una bien montada banda criminal perfectamente organizada.
Se han infiltrado en las compañías de almacenaje. Estos malos empleados les datean qué camiones salen con carga valiosa, les dan sus horarios, cuánta gente va en el vehículo, si hay seguridad. Los hampones, según informaciones de inteligencia, hasta habrían reclutado a malos policías. ¿Cómo robaron ese camión? Dispararon, secuestraron al chofer, mataron a su ayudante, se llevaron el vehículo y ¿no llegó ningún policía habiendo una comisaría tan cerca? Los testigos no solo grabaron in situ el robo, sino que también llamaron a emergencias. Todo es muy extraño.
Lo cierto es que Inteligencia de la Policía debe trabajar estos casos, porque no es el único, pues se ha desatado una ola de asaltos y secuestros de camiones de carga, todos salidos de terminales, y los criminales son tan sanguinarios que disparan a los trabajadores’”.
Pucha, el señor ‘Sonámbulo’ tiene razón. Ya nadie está a salvo. Te asaltan y secuestran en taxis colectivos, en buses de transporte público y ahora a los camioneros. Esta inseguridad ciudadana debe ser un tema urgente en el Consejo de Ministros, dada la gravedad de la situación. Me voy, cuídense.