María Esther había dado a luz a su hijo Amadeo hace solo 9 días. Dejó a su hijo en el moisés de un living de una casa en Ezeiza, Argentina. Unos minutos después el bebé desapareció.
Un joven señala que vio a una mujer capucha levárselo. Al inicio la investigación estuvo bajo la UFI N°1 de Ezeisa con la fiscal Florencia Belloc.
La autoridad logró recuperar al bebé en solo cuatro horas. Sin embargo, la madre se llevó una sorpresa al descubrir que la culpable era Rosa Barreto, una de sus mejores amigas.
Rosa fingió un embarazo por nueve meses y la mentira ya llegaba al final, por lo que decidió robar el bebé para sostener el engaño.
Es más, la mujer hizo un baby shower y su novio se tatuó el nombre del hijo, creyendo que sería padre.
Barreto ingresó a la casa de María saltando sobre un portón y luego ocultó el bebé en la casa de un hombre llamado A.F., que también fue detenido.
Sin embargo, este se defendió y creyó que era el bebé de Rosa, pues creía que estaba embarazada. Con los datos, la fiscalía fue a la casa de Rosa pero ella negaba el acto y señaló que era su hijo.
“No sabemos aún por qué lo hizo, quizás por celos a su amiga o por algún conflicto con su pareja. Pero lo cierto es que les hizo creer a todos que ella también estaba embarazada”, señala la fiscalía.
La víctima afirma que su amiga Rosa la llamaba mucho para saber si ya daba a luz. “Creemos que fue engañado por ella. No tenemos elementos todavía para deducir que fue cómplice del robo”, concluye la fiscalía.
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