Medio Oriente, la tierra donde vivió Jesús, arde y se desangra. Ayer, Israel atacó en forma simultánea a Irán y Siria, como represalia a los bombardeos con 180 misiles contra territorio judío del 1 de octubre. Esto podría causar una guerra total.
“En respuesta a meses de ataques continuos del régimen de Teherán contra el Estado de Israel, en este momento las Fuerzas de Defensa realizan ataques precisos contra objetivos militares en Irán”, confirmó el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari.
Horas antes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, señaló: ‘Mi mensaje a mis hermanas y hermanos judíos: ¡levántense!’.
Medios árabes señalaron que las tropas judías, asimismo, lanzaron operaciones contra Iraq, Gaza y Líbano.
Se oyeron varias explosiones en los alrededores de la capital, Teherán. Se cree que el cuartel de la Guardia Revolucionaria fue destruido. También hubo explosiones en la ciudad de Karaj.
En Siria hubo detonaciones en la zona rural y la región central de Damasco.
El 27 de setiembre, Israel mató al máximo líder de Hizbulá, Hasán Nasrallah, en un ataque en Beirut, junto otros 17 cabecillas. Asimismo inició una incursión terrestre de tropas en el sur de Líbano.
En respuesta, los ayatolás lanzaron una agresión de gran envergadura contra Israel el 1 de octubre.
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