POR: MARITZA LLANOS
Un hábito muy común que se ve en la sociedad es morderse las uñas. Muchos lo ven como una conducta normal, sin embargo, no lo es.
El psicólogo clínico Walter Dávila señala que la onicofagia (nombre científico del hábito de comerse las uñas) se presenta cuando la persona tiene problemas emocionales (estrés, ansiedad, impulsividad, depresión) y no puede controlarlos.
“Al no poder dominar sus impulsos, inconscientemente empieza a morderse la uñas. Y como lo hace con frecuencia, se convierte en un hábito. Eso quiere decir que cuando ya esté bien emocionalmente, seguirá con ese comportamiento”, advierte.
SOLUCIÓN
No se irá de la noche a la mañana. Lo primero que debes hacer es detectar en qué situaciones te muerdes las uñas y trata de corregirte en ese momento. Además, puedes hacer deporte, meditación, ejercicios de respiración profunda o alguna actividad que te guste. Si no logras progresos, asiste a una terapia de control de conductas.
LOS NIÑOS
Según el especialista, los padres no deben decirles a sus pequeños: ‘No te muerdas las uñas’, porque al final en vez de corregir esta conducta, están reforzándola, pues el cerebro no entiende la palabra ‘NO’. Lo que deben hacer es darles un juguete u otro objeto para que se distraigan. Luego, deben preguntarles qué los está molestando, sin presionarlos. Si no quieren hablar, pueden recurrir a un psicólogo.
+Datos
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