Las cicatrices en el cuerpo atraen miradas que subestiman a las personas. Mucho más cuando son provocadas por quemaduras. Borrar estas marcas resulta complicado, costoso, inaccesible y hasta impensado para personas de bajos recursos económicos. Pero para felicidad de los pacientes con secuelas graves, la Asociación de Ayuda al Niño Quemado (Aniquem), en coordinación con el Hospital Regional de Lambayeque, llevó a cabo una importante campaña quirúrgica reconstructiva beneficiando a 18 pacientes y durante cuatro días consecutivos operaron a un promedio de cuatro pacientes por día, priorizando los casos más complejos y funcionalmente limitantes.
Aniquem, institución con 26 años de trayectoria, enciende una luz de esperanza a los pequeños para darles un mejor estilo de vida, cambiar su futuro y hasta dejar de lado complejos psicológicos que traen más complicaciones en su día a día. Las cirugías reconstructivas avanzadas y gratuitas en distintas regiones del Perú son cada vez más necesarias.
“Nuestra misión es clara: devolver funcionalidad, dignidad y esperanza a cada persona que ha sufrido una quemadura”, refirió el Dr. Raúl Rodríguez, presidente de Aniquem, enfatizando también la importancia vital de las prendas de compresión gratuitas que provee la organización.
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