Quizá es uno de los días del año en donde los carbohidratos están presentes con mayor autoridad: panetón, chocolate caliente, arroz y postres.
Pero también podemos mantener nuestra fuerza de voluntad y comer opciones más light como el pavo, las ensaladas y los frutos secos.
Y procurar hacer algo adicional de ejercicio el día previo y posterior a la Navidad. Todo suma en el año para poder llegar bien al verano.
También debemos recordar que la Navidad es compartir con la familia y las personas que más queremos en este mundo, así que si estamos en algún plan de reducción de peso, regalemos aquellos ‘pecaditos’ que no podamos comer para mantener nuestra salud óptima.
Sabemos que una alimentación sana se hace difícil en ocasiones, sobre todo en estas fiestas. Sin embargo, es bueno poner en práctica estos consejos y sigamos cuidándonos.
¡Feliz Navidad!