Recordar el pasado de otros y los propios se ha vuelto muy rentable para algunas figuras del espectáculo que, por dinero, no miden la magnitud de sus revelaciones y el daño que pueden causar a quienes involucran.
Pero en un ambiente más privado, ¿es malo recordar el pasado? Todo es según cómo lo veas. En general, rememorar situaciones pasadas puede ayudarte a valorar momentos felices y aprender de los errores, pero vivir pensando obsesivamente en el pasado, de lo que debiste y no pudiste o no quisiste hacer, puede resultar un obstáculo que no te deje avanzar.
El escritor y coach de meditación Stephen Thomas advierte que cuando vives atada a algo que ya quedó atrás y que con seguridad no va a volver, cual efecto dominó, tu presente se cae.
“Puedes estar condicionada por tu pasado, actúas y reaccionas en el mundo de acuerdo a lo que pasó. Pero un simple método para dejarlo atrás es vivir el momento, ‘vivir el ahora’”, aconseja.
Tan pronto como vivas en el momento, el pasado irá disminuyendo en importancia. Y no se trata de olvidar, sino de aprender. No veas lo que pasó con tu enamorado, tu jefe o contigo misma como algo que debe enterrarse sin haber sido aprendido.
Ahora, si es bueno o no recordar el pasado, el experto indica que lo mejor es encontrar un equilibrio, tomando el pasado como aprendizaje sin dejar que controle tu presente.
En lugar de atormentarte, resentirte y odiar lo vivido, aprovecha esas experiencias para cambiar lo que sea necesario.
TE VA A INTERESAR:
Contenido GEC