Llega el verano y los amantes del sol empiezan a buscar alternativas para tener un buen bronceado; algunos entrenan sin polos al aire libre y otros van a la playa para exponerse a los inclementes rayos del ‘gringo’, sin imaginar de los graves daños que podrán tener en la piel si no toman las precauciones necesarias.
El doctor Sebastián Arrieta, experto en Medicina de la Obesidad comenta que en el Perú hay un cielo que nos desafía con niveles de radiación solar que superan consistentemente las 14 unidades, marcando un récord muy por encima del máximo de 11 unidades establecido internacionalmente.
Esta exposición intensa no es un juego: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la radiación ultravioleta (UV) puede causar no solo quemaduras solares, sino también envejecimiento prematuro de la piel, daño ocular y, lo más preocupante, un aumento significativo en el riesgo de cáncer de piel. En nuestro país, la realidad no es diferente; los estudios locales han mostrado un aumento alarmante en los casos de cáncer de piel. Por lo tanto, es crucial adoptar medidas preventivas, y una de las más efectivas es el uso correcto del bloqueador solar.
No todos los bloqueadores solares son iguales. Para nuestra piel, necesitamos un producto que ofrezca “protección de amplio espectro”, lo que significa que nos protege tanto de los rayos UVA (asociados con el envejecimiento de la piel) como de los UVB (causantes de quemaduras solares). Busquemos un SPF (factor de protección solar) de al menos 50 para la cara y entre 30 y 50 para el cuerpo, lo que bloquea aproximadamente el 97% de los rayos UVB. Una publicación en el Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology sugiere que para condiciones de alta radiación, como en Perú, es preferible optar por un SPF aún más alto.
La efectividad del bloqueador depende en gran medida de su correcta aplicación. Debe aplicarse generosamente en todas las áreas expuestas, incluyendo cara, cuello, orejas y manos. Un error común es aplicar una capa demasiado fina, reduciendo significativamente la protección. Según la American Academy of Dermatology, se necesita aproximadamente una onza (lo que cabe en la palma de la mano) para cubrir todas las áreas expuestas. En la playa o durante actividades al aire libre, es crucial reaplicar el bloqueador cada dos horas y después de nadar o sudar.
Algunos bloqueadores contienen ingredientes que pueden causar irritaciones o reacciones alérgicas en pieles sensibles. Para quienes tienen esta preocupación, es aconsejable buscar productos etiquetados como “hipoalergénicos” o “para pieles sensibles”. Además, es importante estar al tanto de los ingredientes como oxibenzona y octinoxato, que están siendo investigados por sus posibles efectos en la salud humana y ambiental. La revista Environmental Science & Technology ha publicado estudios que sugieren buscar alternativas más seguras.
Un aspecto a menudo ignorado es el impacto del bloqueador solar en la síntesis de vitamina D. Si bien es esencial protegernos del sol, también necesitamos una cierta exposición para la producción de vitamina D, vital para la salud ósea. La solución es un equilibrio: usar bloqueador solar durante las horas de mayor radiación (10 a.m. a 4 p.m.) y permitir una exposición moderada y protegida en horas más seguras, como la mañana temprano o el atardecer.
Por último, pero no menos importante, es vital educar a nuestra comunidad sobre la importancia del uso del bloqueador solar. Campañas de concientización y educación pueden desempeñar un papel crucial en la prevención del cáncer de piel. La colaboración con escuelas, organizaciones comunitarias y medios de comunicación puede aumentar significativamente el conocimiento público sobre este tema vital.
Al enfrentarnos a la radiación solar elevada en Perú, el uso adecuado y consciente del bloqueador solar es más que una medida de cuidado personal; es un acto de responsabilidad hacia nuestra salud y bienestar. Siguiendo estas recomendaciones y manteniendo una actitud proactiva, podemos disfrutar del sol sin comprometer nuestra salud. Recordemos: la prevención es siempre.
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