Si para un adulto es difícil asimilar que un familiar tiene cáncer, para los niños es mucho más complicado, sobre todo por las dudas que surgirán a medida que avanza la enfermedad. “¿Se va a morir?, ¿por qué no tiene cabello?, ¿es contagioso?”, son solo algunas de las inquietudes que rondarán en sus cabecitas.
“Los niños cuestionarán todo, preguntarán por los cambios físicos y la variación en la rutina del paciente. Esto debe ser explicado de acuerdo a la edad y sin ocultar detalles, porque igual se enterará y le creará más confusión”, comenta María del Carmen Velandres, enfermera pediatra oncóloga, gerente de Casa Magia.
La especialista brinda cuatro consejos para abordar esta situación:
DATITO A TENER EN CUENTA:
Es importante que al hablar de esta enfermedad con tus hijos no hagas predicciones o promesas que no sabes si lograrás cumplir. Habla de lo que conoces con certeza hasta el momento.
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