Doce operarios, que realizaban trabajos de mantenimiento a una parte de la Vía Expresa, se salvaron de morir atropellados por un chofer ebrio que manejaba a toda velocidad su auto y no hizo caso a las señales de prevención para que se detenga.
Era la 1:30 de la madrugada, cuando Héctor Vilca Álvarez (40) conducía su carro A8M-539 de sentido de sur a norte y llevaba a dos chicas.
“Fue a la altura del puente ‘Andrés Reyes’, en San Isidro, que estábamos trabajando y de pronto el auto embistió los conos de seguridad y arrastró un reflector de luz, que usamos para alumbrarnos”, dijo un trabajador de Emape.
Los 12 obreros, al ver que el vehículo no se detenía, se lanzaron a ambos lados de la vía.
El conductor, con evidentes síntomas de ebriedad, se quedó cerca de su auto, mientras sus acompañantes fueron llevadas a un hospital por los bomberos.
Héctor Vilca fue intervenido por los policías en medio de un escándalo y gritaba: “Digan lo que digan me da igual. ¿Por qué me intervienen? ¿Por tomar me intervienen?”. Fue llevado a la comisaría de San Isidro.
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