La vida no vale nada. Porque no quiso pagar los 300 soles que debía por el alquiler del inmueble donde tenía su negocio de bordados, Miguel Ángel Farceque Quispe (40) secuestró al dueño del local, Bernardino Molina Escalante (62), a quien, luego de estrangularlo, atacó a martillazos hasta matarlo, metió el cadáver en una caja y lo enterró en una casucha, en el Rímac.
El general PNP José Lavalle, jefe de la Dirincri, dijo que, además de Miguel Farceque, también participó su hermano Cristhian Rolando Farceque Quispe (32), y un tercer sujeto conocido como ‘Luis’, quienes lo ayudaron a trasladar el cuerpo y enterrarlo en el Rímac.
“Empezó el martes a las 9 de la mañana, cuando Bernardino Molina fue en su taxi Nissan Sentra D8J-658 al negocio de Miguel, ‘Bordados Chumpitaz’, de la cuadra 2 de la avenida Zarumilla, en San Martín de Porres. Entró y jamás salió”, precisó el alto oficial.
SECUESTRADO
Según las pericias policiales, el sexagenario estuvo secuestrado un día, pues el miércoles habría sido victimado. “Estuvo maniatado, amordazado. Fue estrangulado y asesinado a martillazos. Luego lo colocaron en una caja de madera y llevaron a la casa del lote 16, Mz. C, asentamiento humano ‘Horacio Zevallos’, en Flor de Amancaes, Rímac ”, precisó Lavalle.
Los homicidas usaron el carro de la víctima para llevarlo a enterrar.A las 3 de la madrugada del jueves, Miguel Farceque buscó a su padre Pedro Farceque Santos (68) y confesó todo. Lo mismo hizo después su otro hijo.
“Pedro Farceque (el papá) se reunió con su hija Vanessa y acudió a la policía para denunciar el hallazgo de un cadáver. Ninguno dijo que Miguel y Cristhian eran responsables, así que fueron detenidos por encubrimiento”, acotó el general. Tras ser interrogados padre e hija, agentes de la Divincri Rímac buscaron a los sospechosos del horrendo crimen, pero habían fugado.
Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.