La Junta Nacional de Justicia (JNJ) está perdiendo la esencia propia de su existencia: la imparcialidad que debe tener con los jueces y fiscales que nombra, sanciona y destituye.
La semana pasada, como se sabe, sus miembros emitieron un pronunciamiento pidiendo al Congreso “mayor reflexión” a la hora de decidir el destino de la exfiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, quien enfrenta una denuncia constitucional.
A Ávalos se le acusa de haber suspendido las investigaciones de corrupción contra el expresidente Pedro Castillo y postergarlas hasta que terminara su mandato en 2026.
Un especialista en temas de control del Estado me comenta: “La Junta ha hecho una defensa con nombre propio. Es como si el contralor de la República le pidiera al Congreso que reflexione antes de decidir la sanción de un alto funcionario que él está en la obligación de fiscalizar”.
Lo ocurrido es insólito. Esos mismos miembros que hoy defienden a Zoraida Ávalos son los mismos que en diciembre pasado –¡es decir, hace apenas cinco meses!– la suspendieron por 30 días por una “falta grave por conflictos de intereses”.
Muchos se han olvidado de ese grotesco episodio. Cuando era fiscal de la Nación, Ávalos nombró fiscal superior adjunta de Piura a Carla Bourdieu Zavala. ¿Quién era esta persona? La hija de su amiga y comadre María Zavala Valladares, que, por si fuera poco, también es integrante de la Junta Nacional de Justicia, que hoy la defiende.
“(Ávalos) no guardó conducta intachable, al designar a la hija de una persona con la que tenía vínculos amicales y de comadrazgo”, dijeron los magistrados, con excepción de Zavala, que se abstuvo de participar en esa investigación.
Unas fuentes que conocieron ese proceso dijeron a este columnista que dicha sanción fue “benevolente”, debió ser destituida. En efecto, en ese momento, Ávalos era la máxima autoridad del Ministerio Público y estaba prohibida, y ella lo sabía, de favorecer a la hija de su comadre.
En la JNJ, a Ávalos le dicen la “madrina”. En el año 2018, luego de cerrar el Congreso, el entonces presidente Martín Vizcarra la convocó a ella y a seis autoridades para elegir a los integrantes de la JNJ en remplazo del corrupto Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). Ávalos amadrinó la elección de su comadre María Zavala. No se sabe si en ese momento reveló u ocultó esa relación.
La JNJ empezó con la confianza de la ciudadanía, pero varias de sus decisiones han despertado críticas. Y también justificadas sospechas. Dicho organismo tiene en la mira a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, quien sí se atrevió a investigar por corrupción al golpista Pedro Castillo.
La JNJ le ha iniciado tres investigaciones a cargo de una consejera que ha sobrepasado el límite de edad y Benavides ha pedido que sea cambiada. Pero no le hacen caso. Señores de la Junta, vuelvan a la imparcialidad. Nos vemos el otro martes.