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Un nuevo caso de violencia extrema contra la mujer ha conmocionado a los vecinos de Ventanilla. Amelí Judith Santos Reyes, una joven embarazada de cinco meses, fue atacada con un disparo en la cabeza mientras hablaba por teléfono en el mercado La Unificada, frente a su pequeño hijo y otra niña. El atentado ocurrió en pleno día y ante decenas de testigos, pero el responsable logró escapar.
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Según los familiares de la víctima, el principal sospechoso del intento de feminicidio es Yoel Díaz Cieza, expareja de Amelí y padre de sus hijos. La joven, de apenas 20 años, habría estado discutiendo por teléfono con él justo antes del ataque.
Testigos afirman que Amelí se mostró nerviosa y llegó a comentar que sentía que alguien la seguía. Minutos después, un sujeto se le acercó y le disparó a quemarropa. La víctima cayó al suelo mientras su celular quedaba tirado junto a ella.
Yoel Díaz ya tenía antecedentes de violencia. Según la hermana de la víctima, él la había agredido físicamente en una ocasión anterior, al punto de romperle la nariz. Pese a ello, no había sido denunciado formalmente. Actualmente, el hombre está no habido y no ha sido ubicado en la dirección registrada en Reniec.
Embarazada baleada en Ventanilla
LA JOVEN Y SU BEBÉ ESTÁN EN ESTADO CRÍTICO
Amelí fue auxiliada por serenos del distrito y trasladada primero al Hospital de Ventanilla, luego al Daniel Alcides Carrión, donde permanece internada con pronóstico reservado. Su estado es crítico, al igual que el del bebé que llevaba en el vientre.
La Policía Nacional investiga el hecho como tentativa de feminicidio. El caso ha sido asumido por el Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de Ventanilla, mientras que las imágenes de las cámaras de seguridad del mercado y del municipio serán clave para esclarecer lo ocurrido y dar con el paradero del atacante.
FAMILIARES EXIGEN JUSTICIA
“Ella solo quería vivir en paz con sus hijos, pero él no la dejaba tranquila”, declaró entre lágrimas un familiar. La comunidad de Ventanilla, así como colectivos de mujeres, han exigido justicia y una rápida acción policial.
El caso se suma a las alarmantes cifras de violencia de género en el país. Hasta abril de este año, se han registrado 58 feminicidios y 93 tentativas. La historia de Amelí es un grito desesperado por protección real a las mujeres que sufren agresiones, incluso durante el embarazo.
La familia y vecinos esperan que el responsable no solo sea capturado, sino también condenado con el máximo rigor de la ley.
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