El dictador Nicolás Maduro y su cúpula viven horas de incertidumbre, pues temen ser sacados del poder por la flota militar de Estados Unidos, ubicada frente a las costas de Venezuela.
El gobierno de Donald Trump aseguró que empleará su fuerza bélica para acabar con los narcotraficantes. Y Maduro es calificado por Estados Unidos como un prófugo cabecilla del Cártel de Los Soles.
Por eso ofrecen una recompensa de 50 millones de dólares por él.
Washington envió tres destructores capaces de lanzar misiles guiados: el USS Sampson, el USS Gravely y el USS Jason Dunham. Son de la clase Arleigh Burke y utilizan el sistema de combate Aegis.
Unos 4 mil infantes de marina forman parte de la misión. La mayoría está a bordo de los destructores. Otros pilotean helicópteros y aviones de reconocimiento P-8 Poseidón.
Estados Unidos también desplegó un submarino con capacidades nucleares.
Los destructores pueden combatir de forma simultánea a enemigos que estén en el aire, mar, tierra y debajo del agua.
Expertos señalan que es una organización criminal y terrorista encabezada por miembros del gobierno venezolano desde los años 1990. Trafica cocaína y perpetra otros delitos graves en Venezuela. Para algunos es la estructura criminal más grande del mundo y tiene como jefes a Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Los llaman Los Soles por las insignias en forma de sol de los generales venezolanos.
En 1989, el dictador Manuel Noriega fue derrocado tras la invasión de Estados Unidos a Panamá. Noriega se refugió en la Nunciatura Apostólica de Panamá y luego se entregó a las autoridades estadounidenses. Maduro teme que le ocurra lo mismo.
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