Los churros, ese postre frito que supo traspasar fronteras y que es tan popular en España y toda Latinoamérica, celebró hace poco su día internacional y en el Perú hay varias alternativas para disfrutar. Trome te presenta en esta nota algunas propuestas de tradición, también una que evoca al recordado Don Ramón de ‘El Chavo del 8’ y presentaciones de innovación.
Los churros que se venden en el Centro Histórico de Lima figuran entre los más populares en el gusto de los comensales, especialmente con los Churros San Francisco, con cerca de 70 años de tradición. Ellos están en el jirón Lampa 268, donde los preparan de crema pastelera, manjarblanco y fudge de chocolate. No es sorpresa que, a veces, se forman colas para poder disfrutarlos.
Pero las ricas propuestas no terminan ahí. Trome te presenta algunas más que también se están ubicando en las preferencias:
El churrito también está ganando preferencia en otras zonas de Lima gracias a un peruano que lleva a las calles la recordada figura de Don Ramón, quien vendía los churros de doña Florinda, ‘doraditos y azucaraditos’ como diría el Chavo del 8.
Trome conversó con Ángel Silva, más conocido como ‘El Churro Ron Damón’, quien tiene más de 30 mil seguidores en TikTok donde no solo promociona los churros y otros postres que su hija Alondra prepara con amor sino que a muchos recuerda al famoso Don Ramón, querido personaje de la Vecindad del Chavo.
“Todo empezó como broma para alegrar a mi nieto. Me pinto un poco las patillas jalando hacia los pómulos, retoco mis bigotes y cejas, y como soy flaco y paro en jeanes y polo, ya no solo él sino muchos más notaron el parecido con el personaje de Ramón Valdés. Luego añadí la gorrita que al inicio la hice de pantalones jeans viejos y me pinté el barquito en el brazo”, contó Silva a Trome.
“Mi papá también hizo su mesita para la venta de churros, como muchos lo hemos visto en el Chavo del 8 desde que éramos niños, y el gorro lo sacó cosiendo una bolsa gruesa de compras a la que le adaptó una tela. A la gente le gustó”, añadió Alondra a nuestro diario.
Silva tiene en casa a un Chavito y mini Chilindrina que son sus nietos y quienes más se alegran con su interpretación y le acompañan en videos de TikTok. Con ellos y Alondra aún ven la famosa serie de Chespirito, el ingenioso Roberto Gómez Bolaños.
“Mis nietos no venden conmigo, ellos estudian y solo me acompañan algunos momentos y en algunos videos. Con ellos sigo viendo El Chavo y me sigue dando risa. Hay que tomar la vida con humor. Mi salud no está del todo bien, pero me pongo el gorro de Don Ramón y se me pasan los dolores. Solo me falta la bruja”, dijo a Trome mientras imitaba algunos gestos del personaje.
Silva vende sus churros en la cuadra 35 de la avenida Perú en San Martín de Porres. “Son doraditos y azucaraditos, como dice el Chavito. Salen con su coscorrón o pellizcón. Algunos solo vienen a tomarse su fotito y les digo ‘No te doy otra nomás…', pero todo es broma”, expresó.
Otra buena alternativa es Doña Churrita, que prepara los churros españoles y también los estrellados. “Con su textura crujiente por fuera y suave por dentro, es el bocado perfecto”, asegura Erick Sierra, gerente general de Doña Churrita, conocida marca que representa esfuerzo, amor familiar y tradición y hoy sigue creciendo.
“Nuestros churros españoles son de cinco tipos de relleno: crema pastelera, manjar blanco, chocolate, lúcuma y maracumango. Y en los churros estrellados pueden elegir entre rellenos de manjar blanco, de crema pastelera o de chocolate", precisó a Trome una de las vendedoras en Doña Churrita, que de pequeño emprendimiento ahora tiene dos sedes: una la avenida San Luis 1982, San Borja y la otra en la avenida Encalada 673, Surco.
Don Humberto Díaz tiene 67 años y pone el toque de tradición e innovación a los churros. Aprovechando sus conocimientos de orfebrería y la experiencia en el trabajo con relojes, joyas y fabricación de máquinas de acero inoxidable, ha creado máquinas que con tecnología logran una producción más rápida de algunos emblemáticos postres.
Trome lo entrevistó inicialmente por su emprendimiento de ‘pikarones robóticos’ que nació en tiempos de pandemia con una máquina que él mismo creó y elabora picarones de perfecta forma redondita con el hueco al centro y sin tener que tocar la masa.
La iniciativa de este emprendedor no quedó ahí. Ha creado también una ‘máquina churrera’ con la que puede elaborar churros estrellados y sacó versiones de ‘minichurros’ o ‘churrolazo’ (el clásico con doblez tipo lazo).
“Siempre busco crear, mejoré la máquina que hice y con ella preparo los pikachurros, de masa de picarón con el churro español. Su forma es redonda, se fríe la masa y, a diferencia de otras preparaciones de churro, se rellenan fuera del fuego y así conservan mejor su sabor”, explicó a Trome don Humberto. A él lo pueden encontrar con su emprendimiento en Chorrillos y en redes sociales Pikarones Robóticos, también está en ferias y su máquina ya ha llegado a varios emprendedores.
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