La Seño María

Jóvenes ejemplares

El fotógrafo Gary se refirió a José Gálvez Pacori y Baruch Cáceres Ángeles, jóvenes talentos que se han convertido en un ejemplo de superación.
José Guillermo Gálvez Pacori ingresó a la carrera de Ingeniería de Sistemas en la UNI. (Foto: Difusión).

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sudado de pescado con arrocito blanco, bastante juguito de limón y, para tomar, un refresco de maracuyá friecito. “María, leía en Trome que el adolescente José Gálvez Pacori, de solo 16 años, ingresó a la UNI en el primer lugar y me dio bastante satisfacción y esperanza en nuestra juventud. Es que en los últimos días hemos asistido con estupor al cruel asesinato del apodado y de su familia, incluidos dos niños, por sicarios bastante jóvenes que, tras ser capturados, se reían ante las cámaras de televisión y aseguraban que lo volverían a hacer.

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Ahí está alias ‘Josesito’, un gatillero de solo 18 años que no dejaba de sonreír ante los periodistas y la Policía el día en que fue llevado a la escena del crimen para la reconstrucción de los hechos. Ese muchacho es un irrecuperable, una verdadera amenaza para la sociedad, pues por unos cuantos soles no tiene ningún problema en asesinar a cualquiera. Verlo a él y a sus secuaces hablar de sus crímenes con tanta sangre fría, como si comentaran una salida a tomar café, revuelve el estómago y causa preocupación por el futuro de nuestra sociedad.

¿Qué país les estamos dejando a nuestros hijos? Por eso te decía que el ingreso de José Gálvez a la UNI nos debe llenar de alegría. Porque nos recuerda que así como él, son muchísimos los chicos que se queman las pestañas y trabajan duro por alcanzar sus metas, para orgullo de sus familias.

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Ahí está el caso también de Baruch Cáceres Ángeles, quien llevaba postulando once años a la UNI y recién este año pudo entrar a la facultad de Ingeniería de Minas. Su logro debe llenarlo de satisfacción y orgullo a él y a los suyos pues jamás renunció a luchar por sus sueños. No tiró la toalla para dedicarse a perder el tiempo o a las malas juntas. Su ingreso es el premio a la constancia, al esfuerzo y a la fe.

Su caso también nos demuestra la enorme importancia de la familia como apoyo. Los chicos que alcanzan objetivos en los estudios, en los deportes o en cualquier otro ámbito es gracias a su esfuerzo, a su talento, pero también a sus familias. Es un trabajo en equipo. Así que las felicitaciones deben ser para ambos, para los chicos y para sus padres que se dedicaron a darles buenos ejemplos, a alentarlos, a imponer disciplina y orden, y también a invertir tiempo, esfuerzo y dinero.

Los padres debemos tener plena conciencia del rol fundamental que tenemos en la crianza y formación de nuestros hijos. Y por estos buenos chicos que son un ejemplo, las autoridades deben trabajar con más ahínco para proteger a los niños de los graves riesgos morales y físicos que abundan. Si el tal ‘Josesito’ hubiera sido criado en un ambiente diferente al que creció, estoy seguro de que en este momento sería algo muy distinto al monstruo en el que se convirtió”. Gary tiene razón. Me voy. Cuídense.

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