Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tacu tacu de frejoles con lomo saltado. Para tomar pidió una jarrita de anís heladito. “María, este jueves se celebra no solo el Día de la Canción Criolla en el país, sino también Halloween, la fiesta de las brujas que en los últimos años ha calado enormemente en los niños.
La ocasión sirve para que los más pequeñines se pongan disfraces y salgan de puerta en puerta pidiendo dulces. Otros van a los centros comerciales y participan de shows temáticos en sus barrios. Todo muy bonito, pero hay que tener mucho cuidado. En estos tiempos hay mucha gente mala que está al acecho de los pequeños para secuestrarlos o hacerles daño.
No sirve dejar solos a los hijitos de casa. Siempre hay que echarles un ojo, en especial si están pensando salir del barrio. Muchos se quedan hasta muy noche. Como padres, tenemos la obligación de cuidar a nuestros retoños porque la vida ya no es como antes, en que uno podía dejarlos solos en la calle hasta muy entrada la noche.
Los chicos pueden ser ultrajados, asaltados, secuestrados o atropellados por algún borracho. Uno no sabe lo que se va a encontrar en alguna casa donde toquen la puerta.
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