Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una cachemita frita con su yuca sancochada, arrocito graneado, sarsa criolla y, para tomar, una jarrita de jugo de maracuyá heladita. “María, increíble lo que pasó el fin de semana cuando una banda de hampones venezolanos, conocida como ‘Los Sanguinarios’, asaltó nada menos que al presidente del Banco Santander Perú en pleno centro de San Isidro.
Si eso le pasa a un ejecutivo tan importante como él, qué nos puede pasar a los demás, que tomamos micro, comemos agachaditos y andamos en barrios populares. De verdad que la delincuencia ha sobrepasado a la Policía, que ahora tiene la cabeza en otra parte tras conocerse que el propio director general está siendo investigado por sus nexos con ‘El Español’.
Al banquero le dispararon en el pie para robarle su costoso reloj Rolex, que la banda envía primero a Chile para hacerle retoques y luego a Europa, donde los venden por miles de dólares. Ahora Gonzalo Echeandía Bustamante deberá usar guardaespaldas, cosa que millones de peruanos de a pie no pueden y solo les resta rezar o encomendarse a que la Policía aparezca de milagro y los salve. La delincuencia se ha metido con todo.
Pueden ir en auto, moto o mototaxi. Están armados y dispuestos a disparar, así sea a mujeres o niños. Los sicarios a sueldo pueden matar por 500 soles y cuando los capturan hasta ríen, como es el caso de ‘Josesito’, quien asesinó a toda una familia en San Miguel. También está la mafia de la prostitución callejera, que ya lleva varios muertos en su haber. Igualmente, las extorsiones, ahora no solo se meten con las grandes empresas, también exigen cupos a bodeguitas de barrio o a mototaxistas. Hay que tener mucho cuidado al salir a la calle. Siga estos consejos:
Contenido GEC