Mi amigo Gary llegó por sus tallarines verdes con bistec apanado y para la sed se pidió un refresco de maracuyá. “María, la Navidad es una fecha muy especial. Más allá de las celebraciones, la paz, el amor, la esperanza, la alegría y los buenos deseos, hay otros sentimientos que deben ser recuperados: el perdón y la reconciliación.
En toda familia o sociedad es común que haya problemas causados por diferencias de criterio, malentendidos y también errores o faltas de alguna persona en perjuicio de otra. A veces también nos equivocamos o cometemos una mala acción, pero debemos tener la hidalguía de aceptarlo y estar dispuestos a la enmienda.
Esta fecha es propicia para ofrecer disculpas o darlas, según sea el caso, pero luego ya no pensar más en los problemas, sino solo en lo positivo que tiene la Navidad. Muchas veces el ajetreo de las compras, los gastos o el esfuerzo que hacemos por dar más de lo que podemos, nos deja agotados y terminamos entorpeciendo el espíritu navideño. Aquí te dejo algunos tips para pasar una bonita Navidad en familia.
- Valora las pequeñas cosas. El dinero y el poder no lo son todo. Las cosas sencillas, que parecen insignificantes, son las que verdaderamente tienen valor. Un beso, un gesto o un regalo humilde, pero dado con el corazón.
- Habla con tus hijos. Estas fechas son ideales para reencontrarse con uno mismo y con los demás, incluso quienes viven con nosotros, pero que parecen estar lejos. Dialoga con tus hijos y con tus demás familiares, incluso los más lejanos.
- Prepárate, anticipa, prevé. No dejes todo para última hora ni para mañana lo que puedes hacer hoy. Organízate con tu familia para tenerlo todo listo para la Nochebuena.
- Limita los excesos. Evita los excesos de comida, de regalos y falta de sueño. Aparta la vanidad. La decoración no solo es para los ojos, sino también para el corazón.
- Deja atrás los resentimientos y malentendidos. Es importante dar las gracias y enseñar a nuestros hijos a que las den, por todo lo que recibimos, por la vida, por el amor, por la comida, por el placer de convivir y estar juntos. Hay que saber pedir perdón y reconocer nuestras faltas y perdonar si en algo alguien nos ha faltado.
- Da ejemplo de bondad y solidaridad. Enséñales a tus hijos a dar, a compartir y a reconocer que existen personas que no cuentan con las mismas condiciones de vida que ellos”. Tiene razón, mi amigo Gary. Qué linda es la Navidad. Me voy, cuídense.