Este Búho resalta la importancia de la Feria Internacional del Libro de Lima, que ya se inauguró. No solo porque cada año se rinde un homenaje temático a grandes escritores, como el inmenso poeta César Vallejo en esta oportunidad, sino porque se presentan una pléyade de obras en conversatorios con el escritor en persona, como el caso del consagrado Jaime Bayly. Dentro de ese notable grupo de narradores y poetas que estarán de cara al público, hay un nombre que no dice mucho y que hasta parece un seudónimo: Joana Marcús, española de 23 años que irrumpe en el mundo literario desde un universo de escritores adolescentes y juveniles llamado Wattpad, un semillero, un fenómeno ignorado por los críticos literarios, por las escasas páginas culturales de los diarios o espacios en televisión. Esta plataforma se ha transformado en un hervidero de novelistas jóvenes, aficionados, que escriben con la esperanza de que una porción de millones de seguidores de la plataforma gratuita para la lectura se interese en sus obras.
Mi hija de 17 años, una seguidora de las novelas de Marcús y que estará en primera fila en su presentación, me contaba que leyó por primera vez a Joana a los trece años, por Wattpad, pero recién a los 16, en quinto de secundaria, se haría adicta a sus obras como la mayoría de sus amigas del colegio. No es del todo cierta la sentencia de que ‘los jovenes de ahora no leen’. Efectivamente no se lee como leíamos otras generaciones anteriores a la revolución de las tecnologías de comunicación, pero sí leen, en sus celulares, laptops, pero otro tipo de contenidos. Temáticas absolutamente juveniles, románticas, de amores universitarios y la importancia de las amistades en esa edad crucial de la juventud, a la que la española denomina ‘familia encontrada’, esa que inclusive tiene más valor que la famila real, a veces plagada de hogares disfuncionales, padres ausentes, total incomunicación. Sus historias llegaron a tener 300 mil seguidores en la plataforma virtual. Fue allí cuando publicó en la red ‘Antes de setiembre’. La historia de su heroína Jenna Brown, quien tiene que separarse de su novio Monty para ir a estudiar fuera de su pueblo. Su novio es un pendejerete que se encarga de llevarla al claustro y, antes de despedirse, le dice que cree que lo mejor es que abran su relación (que pueden acostarse con otros sin culpa ni compromiso) para que la distancia entre ambos no sea tan dura de enfrentar, ya que solo van a volverse a ver hasta dentro de unos meses, cuando lleguen las vacaciones de diciembre.
A pesar de que ella tiene serias dudas sobre si aceptar es una buena opción, pues no termina de entender el significado de lo que es tener una relación abierta, Monty logra persuadirla para que acepte su propuesta. La muchacha está enamorada y tiene valores, se encuentra en un conflicto cuando conoce en la facultad a Jack Ross, un estudiante que es la antítesis de su enamorado. Sobre esos conflictos y la vida en ese microcosmos juvenil de los claustros transcurre la novela que le consiguió miles de seguidores.
Algo muy relevante dentro de la propuesta de la autora es que no se romantizan los comportamientos tóxicos de algunos personajes. Sí, Monty es un hombre detestable, así como ocurre con ciertas actitudes de otros actores secundarios a lo largo del libro, mismas que Joana Marcús muestra tal como son, para dejar una señal de alerta a quienes leen la novela. Importante mensaje teniendo en cuenta que su público está compuesto ampliamente por adolescentes. La escritora estudiaba literatura en la universidad, pero se cambió a psicología, fue fichada por una gran editorial, y sus novelas ‘Antes de setiembre’ (2022) y ‘Despues de setiembre’ vendieron 260 mil ejemplares en físico, solo detrás de la saga de ‘Harry Potter’.
De inmediato se convirtió en una celebridad juvenil con club de fans, canal de YouTube, 700 mil seguidores en Instagram y más de un millón en Wattpad. Además, es invitada constantemente al extranjero como México y Argentina, a promocionar su libro o la afamada Feria del Libro de Guadalajara donde llegó en plan de estrella. Pero hurgando en la biografía de la narradora de historias no es oro todo lo que reluce en su vida, y aunque su amor por la escritura era inconmensurable, ingresar a este oficio la llevó a sufrir acoso y la agresión verbal escolar solo por el hecho de que con 15 años comenzó a subir sus historias a la plataforma Wattpad y a ser conocida. Un poco como el cuento de Manuel Gonzales Prada, ‘El amigo Braulio’, escribía con seudónimo. Esto la llevó a estar dos años sin escribir hasta que se dio cuenta de que pese a no hacerlo en este tiempo las ‘burlas’ continuaban. “Me di cuenta de que siempre me iban a criticar por algo y volví a escribir”, ha afirmado esta autora que señala en la actualidad que se están ‘infantilizando’ las edades. “Si yo tuviera una hija de 14 años tampoco dejaría que leyera algunos libros, pero los jóvenes son personas que van a la secundaria, que saben de relaciones, que las han explorado o se lo han contado. No hay que dulcificar tanto el mundo”.
Marcús promete abarrotar el auditorio de la Feria del Libro. Tuve que apoquinar en Crisol mis buenos soles para comprarle el libro a mi cachorra. Un día se lo pedí para darle una lectura y al dármelo me dijo: ‘Papa, ¿te has lavado las manos?’. Imagínense cómo cuidan los chibolos sus libros favoritos. Apago el televisor.
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