Este Búho se sobresaltó cuando se enteró que habían internado de emergencia al entrañable animador y actor Luis Ángel ‘Rulito’ Pinasco. Días después fue el propio actor quien reveló que finalizando un viaje de vacaciones a Egipto con su esposa, la recordada Sonia Oquendo, sintió un terrible dolor en la pierna y tuvo que ser llevado de urgencia a un centro médico. En Lima, los médicos le diagnosticaron una obstrucción en la arteria femoral y lo conminaron a operarse, ya que corría el peligro que esta se obstruya totalmente y solo quede como única opción la amputación de la pierna derecha. Se iba a quedar en silla de ruedas, como en su papel de exesposo de Francesca Maldini en ‘Al fondo hay sitio’.
La operación fue un éxito y el artista de 82 años, nacido en Iquitos, ya puede caminar y poco a poco sale a trotar todas las mañanas como era su costumbre. Las nuevas generaciones solo lo conocen en su papel del cínico Bruno Picasso en la sintonizada serie de América. Pero Rulito tiene bien ganada su fama en el ‘paseo de la fama’ de ese canal. Es tal vez el decano de las figuras de la televisión vivas. “Estoy cumpliendo 61 años en la televisión, pues empecé en el año 62 en canal 2 y pasé a América dos años después, soy un sobreviviente de la época de la televisión en blanco y negro. Mi padre me dijo muy joven que debía ser humilde, modesto y educado, y han sido los pilares de mi vida”, comentó emocionado Rulito Pinasco, quien estuvo acompañado de Sonia Oquendo, sus hijos y el elenco de la serie ‘Al fondo hay sitio’ el día de la ceremonia.
Pero la historia es mucho más rica. Luis Ángel había trabajado en una radio en la lejana Iquitos aunque su objetivo era triunfar en Lima. Tenía como capital su excelente timbre de voz, su carisma y su pinta, en momentos en que la TV en vivo desplazaba a la radio. Ingresó como animador a canal 2, pero siempre opacado por la estrella del programa, Miguel Arnaiz. Cuando invitaron al canal a la diva mexicana, la gran María Félix, en junio de 1962, ella tuvo un altercado con Arnaiz, quien la entrevistaba de mala gana. Había mutua antipatía. Pinasco recordó ese episodio: “A mí me habían encargado ser el ‘chaperón’ de la Doña. Me porté muy educadamente y ella se portó muy bien conmigo. Al término de la primera entrevista, ella fue de frente al dueño del canal, Eduardo Cavero. La mexicana, temida por su explosivo carácter, le dijo: No quiero ver a ese entrevistador nunca más, quiero al ‘güerito’ (blanquito), ese era yo”. Quienes ingresan a YouTube podrán comprobar lo ‘suavecita’ que estuvo la legendaria actriz con ‘Rulito’. Inclusive la hizo cantar una canción. Fueron cuatro entrevistas históricas conducidas por el ‘güerito’ con la participación de Chabuca Granda, porque también fue show musical.
‘Rulito’ Pinasco y el amor de su vida
Desde ese momento se convirtió en la estrella del canal y le dieron la conducción del programa musical ‘Show de shows’. El canal, que se ubicaba en la avenida Tacna, fue vendido. Pinasco fue ‘jalado’ por el canal 4, donde echaría anclas y conocería al amor de su vida, la joven y bella actriz y relatora de noticias del canal, Sonia Oquendo, con quien conformaría una de las parejas artísticas más sólidas de la televisión peruana. Juntos hicieron programas cómicos y obras de café teatro. “Todo sucedió de casualidad. En la época del café teatro, en los años ochenta, llamaron a Sonia (Oquendo) para trabajar y actuar, pero no le gustaba ninguno de los compañeros que le propusieron para que hiciera de su pareja. Y ahí Jhonel (Heredia), el dueño, le propone que me contrate, pero ella dice ‘no, él se dedica a los deportes’; pero insistió diciendo ‘es graciosito, imita a los gringos’... Y es ahí que nace el ‘hi, everybody’. Luego hicimos la obra ‘Ruleando con Sonia’ y causó tanto impacto que estuvimos cinco años, era una fiebre, trabajamos de martes a domingo, y los viernes y sábados hacíamos dos funciones, fue un éxito total”.
El maestro pasó por el periodismo deportivo relatando ocho mundiales de fútbol, narrador de noticias, animador de certámenes de belleza, programas concursos, cómicos. “La verdad es que he hecho de todo en la televisión, lo único que me faltó fue hacer la misa”, dice entre risas. Pero como todo en la vida, también vivió momentos amargos durante la siniestra época de Montesinos y los medios de comunicación comprados por la mafia. “Llegué a América en el 64 y estuve por 33 años, de ahí llegaron los Crousillat y lo primero que hicieron fue botarme, me cortaron todo el fútbol, todo. Pero años después, en el 2004, me llamó Eric Jurgensen, quien era el nuevo gerente general en una etapa limpia, y me propuso hacerme cargo del departamento de Relaciones Públicas y ahí me he quedado”. Luis Ángel Pinasco es una leyenda viva de la televisión. Apago el televisor.