El presidente estadounidense Donald Trump aceptó una propuesta del norcoreano Kim Jong-un para sostener una histórica reunión sobre la desnuclearización de la península coreana, en un giro inesperado tras meses de gran tensión entre ambos líderes.
El sorprendente anuncio fue formulado el jueves en uno de los jardines de la Casa Blanca por el asesor de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong, luego de una reunión con Donald Trump.
No fueron revelados, sin embargo, el lugar o la fecha exacta del encuentro entre Kim Jong-un y Donald Trump, aunque se espera para fines de mayo. Semejante reunión era hasta hace pocas semanas impensable ante la espiral de tensión entre Washington y Pyongyang por los programas balístico y nuclear de Corea del Norte.
Chung, quien la semana pasada se encontró con Kim Jong-un en Pyongyang, transmitió al mandatario que en esa conversación le expresó "su deseo de reunirse con el presidente Donald Trump lo antes posible".
En respuesta, Donald Trump "dijo que se reuniría con Kim Jong-un de aquí a mayo para lograr la desnuclearización permanente" de la península, explicó el funcionario surcoreano.
La Casa Blanca confirmó instantes después que Donald Trump había aceptado la oferta de un encuentro "en un lugar y momento a ser definido". La portavoz Sarah Sandres agregó que Washington desea "la desnuclearización de Corea del Norte" pero que "todas las sanciones y la máxima presión deben continuar".
Donald Trump saludó en Twitter los "grandes progresos" en los esfuerzos para convencer a Corea del Norte de abandonar su programa nuclear.
"Kim Jong-un ha hablado de desnuclearización con la delegación surcoreana, no apenas de un 'congelamiento'. Tampoco habría pruebas misilísticas en Corea del Norte en ese período", destacó Donald Trump.
"¡La reunión ya está siendo planeada!", añadió Donald Trump.
Las permanentes tensiones entre Corea del Sur y del Norte, agravadas por la presencia de unos 30 mil soldados estadounidenses en la península, se profundizaron dramáticamente en los últimos años.
Las pruebas norcoreanas nucleares y de misiles de largo alcance -que podrían incluso afectar el territorio estadounidense- elevaron la tensión a niveles altamente peligrosos.
Sin embargo, contactos reservados realizados durante los recientes Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang condujeron a las reuniones de alto nivel de la semana pasada.
El primer paso trascendental se dio cuando Kim Jong-un explicó a los diplomáticos surcoreanos que su gobierno no veía razones para mantener su programa de armas nucleares si se obtenían garantías a la seguridad nacional.
Ante esa puerta abierta, Donald Trump declaró que los esfuerzos para desactivar las tensiones eran "muy positivos".
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