Coronavirus Estados Unidos | Últimas noticias | El Centro de Control de Envenenamientos de Nueva York informó que más 100 personas se intoxicaron después de exponerse a la lejía, el desinfectante Lysol y otros productos de limpieza poco después de las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugiriendo que la inyección de estos productos de manera intravenosa podría ayudar al tratamiento del COVID-19.
Aunque el mandatario norteamericano sostuvo que había sido sarcástico en su declaraciones, varios de sus seguidores creyeron en sus palabras.
Desde el principio Donald Trump ha asegurado que la economía debe ponerse por delante de la salud y que decretar una cuarentena prolongada sería un remedio peor que la enfermedad.
"Veo que el desinfectante, lo saca en menos de un minuto y hay una manera en que podamos hacer algo como eso con una inyección, casi como una limpieza”, aseguró el mandatario estadounidense.
Pese a la indignación de la comunidad médica negando tajantemente que las opciones propuestas por Donald Trump sean recomendables y que el Twitter oficial del Departamento de Salud del estado de Nueva York pidiera que no lo hicieran (“Bajo ninguna circunstancia los desinfectantes o productos de limpieza deben ser usados para tratar o prevenir el COVID-19”), se sabe que muchas personas tomaron en cuenta las indicaciones de Donald Trump.
El Centro de Control de Envenenamientos no especifica qué tipo de exposición hubo en estos casos, si fue por contacto con la piel o ingeridos, pero sí informa que ninguno requirió de admisión a un hospital ni desembocó en ningún fallecimiento.
Los datos del Centro muestran un importante aumento con respecto a los que se manejaron en el mismo periodo de 18 horas en 2019, en el que se atendieron dos casos relacionados con la lejía y trece relacionados con productos de limpieza del hogar.
Los casos de este viernes se producen pese a la reacción en cadena de la comunidad científica a los comentarios del jueves de Donald Trump, que han dejado escuchar su voz de rechazo.
Los fabricantes de desinfectantes usados en millones de hogares, sobre todo durante el azote de la pandemia, también han emitido comunicados asegurando que sus productos no deben ser consumidos.
Reckitt Benckiser, la compañía británica que fabrica el desinfectante hogareño Lysol, se refirió este viernes en una declaración a “recientes especulaciones y actividades en los medios sociales” para negar que se pueda ingerir o inyectar .
“Como líderes globales en productos de higiene y para la salud debemos dejar en claro que, bajo ninguna circunstancia, nuestros productos desinfectantes han de administrarse adentro del cuerpo humano (sea por inyección, ingestión o cualquier otra ruta”, indicó la empresa.
Stephen Hahn, comisionado de la gubernamental Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés), y miembro del grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre COVID-19, dijo por su parte que él “ciertamente no recomendaría la ingestión de un desinfectante”.
Craig Spencer, médico de salud global en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, señaló que a él lo que le preocupa es “que muera gente por esto”.
“Habrá quienes piensen que es una buena idea”, añadió en una entrevista con el diario The Washington Post. La sugerencia de Donald Trump “no es algo algo nimio, algo dicho al pasar, una idea de que quizá esto funcione. Es peligrosa”, concluyó.