Matilde preparaba a su hijo Máximo para dejarlo unos días en la casa de su padre, en un barrio al sur de la provincia de Tucumán (Argentina). Lamentablemente esa sería la última vez que vería a su hijo luego que, en una aparente venganza, su expareja decidiera acabar con la vida del menor para luego suicidarse.
El móvil de este horrendo crimen que conmocionó a todo el sector Néstor Kirchner sería la conflictiva separación entre ella y Maximiliano Lazarte, un albañil de 32 años y padre del pequeño de 3 años. Él terminó asesinó a su propio hijo y luego se quitó la vida, informó TN.
“Mató a mi nieto para vengarse de mi hija”, señaló entre lágrimas la abuela del menor y madre de Matilde. Ella afirmó que el hombre era una persona violenta y que estaba “obsesionado” con quedarse con la tenencia de su hijo.
El día de la detonante separación, el 26 de enero, la madre de Matilde fue hasta el barrio de Néstor Kirchner para visitar a su hija y se encontró con un terrible escenario: Lazarte tenía secuestrada a su expareja en una habitación para que no pudiera ir a trabajar. Tras una discusión, ella decidió llevarse a su hija y nieto a su casa.
El último sábado, después de semanas de disputas por la tenencia legal de Máximo, Matilde preparó a su hijo para que fuera a visitar a su padre. “Hasta el martes mi nieto iba a estar con él y después mi hija lo buscaría. Ya estaban haciendo los trámites para inscribirlo en el jardín”, detalló la abuela.
Al día siguiente, la joven madre decidió llamar a Lazarte para saber cómo estaba su hijo, pero al no tener respuestas se encendió la primera señal de alarma. No obstante, fue la cuñada de la mujer quien se encontró con el crimen.
La hermana del hombre halló los cadáveres alrededor del mediodía del domingo. “Los forenses determinaron que tenían 24 horas de fallecidos en el lugar. Realmente la escena fue desoladora”, señaló el fiscal Alejandro Valeros.
El escenario fue devastador. El cuerpo del pequeño Máximo yacía tendido en el piso de un cuarto en construcción, completamente carbonizado. A pocos metros, su padre se mantenía colgado del techo. El incendio ya estaba apagado cuando llegaron los bomberos y agentes de la policía.
Devastada por el hecho, la abuela señaló que durante su relación, su hija vivía con miedo. “No quería que nadie supiese de lo que él le hacía”.
“(Lazarte) la maltrataba, le hacía de todo. La obligaba a que ella le diera la mitad de su sueldo y además la tarjeta de alimentos del Estado. La vivía”.
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