Con el cambio de estación, muchas enfermedades de las vías respiratorias empiezan a ganar terreno en la salud de las personas. El dolor de garganta, estornudos y goteos nasales no pueden ser controlados y por el afán de encontrar la cura lo más pronto posible tomamos medicamentos sin saber exactamente el mal que padecemos, pues no sabemos distinguir si se trata de una alergia, una gripe o un resfriado.
Mientras que el resfriado y la gripe son causados por virus diferentes que viajan por el aire a través de microgotas o se posan en objetos, la alergia aparece por una reacción en nuestro sistema inmunológico; por ejemplo, si respiras algunas partículas a las que eres alérgico, tus células inmunológicas pueden reaccionar de forma exagerada provocando la hinchazón de los tejidos respiratorios, y la congestión y goteo de la nariz.
Las dos primeras pueden dar lugar a secreción y goteo nasal, congestión, tos y dolor de garganta. La gripe, además, puede causar fiebre alta durante 3 y 4 días, así como dolor de cabeza, fatiga y molestias generales, síntomas menos comunes cuando se tiene un resfrío.
Ajo. Contiene una sustancia llamada aliina, que se convierte en alicina cuando lo machacas o masticas. Sus propiedades antisépticas ayudan al cuerpo a combatir la gripe y otras infecciones. Debido a su sabor, pocos son los que se atreven a probarlo solo, por lo que puedes prepararlo en infusión picándolo y mezclándolo con miel y limón.
Jengibre. Por sus propiedades combate los síntomas del resfriado común, la tos, el dolor muscular y de cabeza, así como fiebre. Si buscas sanar con este remedio casero, pica una cuchara de jengibre fresco y agrega agua hirviendo, si deseas puedes echarle miel y limón. Otra manera de prepararlo es cortando una rodaja y hervirlo por cinco minutos, tras reposar se cuela y toma.
Limón. Al tener vitamina C, propiedades antibacteriales, antivirales y antiinflamatoria, una infusión caliente de limón, con jugo y cáscara, contribuye a combatir los síntomas del resfriado. Si deseas echa un poco de miel.
Miel. Ayuda a eliminar las flemas y controla las infecciones de garganta. Se recomienda hacer gárgaras con una infusión tibia de hojas de frambuesa y dos cucharadas de miel en media taza de agua. Comerlo con frecuencia, aunque no te encuentres enfermo, te ayuda a prevenir enfermedades respiratorias.
Frutas cítricas. “La vitamina C fortalece el sistema inmunológico, ayuda al cuerpo a combatir la gripe y a evitar complicaciones, como la pulmonía”, señaló el Dr. Mark Moyad, de la Universidad de Michigan, quien recomienda comer cítricos.
Té verde. Contiene sustancias con propiedades antivirales que previenen la gripe. Para que las áreas afectadas se recuperen, se recomienda hacer gárgaras con él.
Sal marina sin yodo. Para deshacerte de los mocos y microbios tienes que irrigar la nariz con este producto. Esto te ayudará, además, a eliminar sustancias alérgenas y a combatir bacterias y virus que puedan alojarse en la nariz. Para ello, mezcla un cuarto de cucharadita de sal marina sin yodo y un cuarto de cucharadita de bicarbonato en una taza de agua tibia, luego vierte un par de gotas en cada fosa nasal y tras unos segundos inclínate hacia adelante para que escurra un poco; finalmente, suena tu nariz suavemente.
Salvia. Una investigación publicada en la Journal of Ethnopharmacology descubrió que su actividad antiviral se debe a los flavonoides y compuestos fenólicos que se encuentran en la planta. Al tener propiedades potentes para evitar la gripe, prepara una infusión con ella y agrégale miel y limón.
Eucalipto. Prepara una vaporización con esta planta para que abra tus vías respiratorias y alivie la irritación de tu garganta. Tras hervir eucalipto, prepara una vasija amplia y colócate una toalla en la cabeza para que puedas respirarlo.
Sopa de pollo. ¡La receta casera de nuestras abuelas! Te ayuda a reducir la congestión y alivia la irritación. Este caldo fomenta la liberación de mucosidades.