Una alimentación saludable no solo debería incluir frutas, verduras, granos y proteínas de origen animal. Y es que los hongos también son muy beneficiosos para nuestro organismo, además de deliciosos, especialmente los famosos champiñones. A continuación te traemos todo lo que necesitas saber sobre estos nutritivos y sabrosos alimentos.
Los champiñones son parte del reino Fungi, por lo que son muy diferentes a las plantas y los animales. Se trata de organismos heterótrofos, que son incapaces de sintetizar sus alimentos, por lo que necesitan de sustancias ya sintetizadas por otros organismos.
Este tipo de hongo se caracteriza por tener un sombrero redondeado y un pie cilíndrico que se sirve de base. Según su tipo pueden ser de varios tamaños, desde 1 centímetro hasta ocho centímetros o más de diámetro.
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Los hongos en general tienen un alto valor nutricional, puesto que poseen fibra, proteína, vitaminas y minerales. En específico, los champiñones contienen selenio, que funciona como antioxidante, además de vitaminas del complejo B como niacina, tiamina, riboflavina y ácido fólico, y minerales como potasio, fósforo y calcio.
Existen más de cuarenta especies pertenecientes al género Agaricus, los champiñones. Sin embargo, los más comúnes son:
Es blanco claro, mide unos 4 o 5 centímetros de altura y es más grande que los champiñones salvajes.
Se denomina así cuando está maduro y su sombrero es de color beige. Tiene una textura más tersa que el champiñón común y tiene un sabor más dulce.
Es que el que vende enlatado o en conservas. Es recogido en etapas muy tempranas, por lo que es muy pequeño. Es el más blando de todos los tipos.
Aunque no todos son comestibles, existes más de cuarenta tipos de estos champiñones.
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Al igual que las demás setas, los champiñones tienen un portentaje muy bajo de grasa y mucha agua, por lo que es considerado un alimento de poco aporte calórico y energético. Dan sensación de saciedad, por lo que son ideales para las dietas, aunque sus beneficios son mucho más amplios.
Gracias a sus betaglucanos, que forman su fibra junto con la quitina, potencian el sistema inmune. Son utilzados desde la antiguedad para la regeneración celular y aumentan la producción de interferón, que se usa para la remisión de enfermedades como el sida por sus propiedades antivíricas.
Su alto contenido en selecio estimula la formación de célular T asesinas, que combaten las células cancerosas y evitan la aparición de tumores.
Gracias a su aporte en fibra, mejora de manera sustancial los niveles de azúcar e insulina en la sangre.
Su alto contenido en potasio mejora la presión arterial y disminuye así las posibilidades de sufrir de enfermedades cardiovasculares.
Los champiñones son ideales para las dietas ya que contienen dos tipos de fibra, los betaglucanos y la quitina, las mismas que dan sensación de saciedad que se traduce en una reducción del apetito.
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