Si eres víctima de constantes calambres, dolor en las piernas o tus venas se hacen muy visibles, es probable que seas víctima de la insuficiencia venosa crónica conocida como várices.
Estas aparecen cuando hay acumulación anormal de sangre debido a la debilidad de las paredes y válvulas de las venas superficiales. Aunque este mal tiene causas básicamente congénitas, existen también algunas prácticas que fomentan su aparición y que podemos evitar.
Según René Chirinos, médico traumatólogo, las várices pueden aparecer de forma hereditaria, aunque también se da por otras circunstancias, como el sobrepeso o el envejecimiento. “Lo que sucede es que nuestras venas tienen unas válvulas que ayudan a que la sangre regrese desde cada rincón del cuerpo hacia el corazón, pero cuando estas dejan de funcionar, la sangre no circula y se estanca, dilatando las venas y produciendo hinchazón”, afirma.
TRATAMIENTO
El tratamiento está enfocado a aliviar los síntomas y evitar que esta condición empeore. Se pueden consumir fármacos y utilizar medias de compresión especiales en las piernas. También, evitar estar de pie mucho tiempo, el sobrepeso y las altas temperaturas (duchas calientes). Se aconseja mantener las piernas elevadas cuando estamos reposando y usar zapatos cómodos.
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