Las preocupaciones por los hijos, los problemas con la pareja, las deudas o el trabajo, pueden causar dolores de cabeza pues, aunque no lo creas, el cuerpo es el principal comunicador de lo que nos sucede internamente.
Estefany Tenorio, psicóloga de Grupos Dinámicos, asegura que esto se da por la psicosomatización (proceso de origen psíquico que influye en el cuerpo), el cual tiene su raíz en un pensamiento perturbador que, al no ser controlado, se evidencia con síntomas físicos.
“Puede darse ante una mala noticia, cuando hay problemas en el hogar, el trabajo o a nivel personal”, explica.
Estos contratiempos que no son bien manejados pueden causar dolores de cabeza, en el estómago, la espalda, malestar corporal, agotamiento, estrés, sueño, desgano y hasta enfermedades más serias.
“Son dolores reales, como si algún mal físico los estuviese causando, aparecen de un momento a otro, sobre todo cuando tienen que abordar un problema”, añade Estefany.
Estos síntomas pueden ceder con pastillas, pero la solución definitiva se dará cuando resuelvan las tensiones que las causan.
Empezar a ver las cosas con pensamiento positivo.
Pensar en alternativas de solución a sus preocupaciones.
No ver el problema como un todo, sino solo como una parte de la vida.
Ser consciente de que todo lo que sucede es temporal, no para siempre.
Descansar la mente, hacer actividades lúdicas: caminar, nadar, salir a correr, escuchar música.
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