Los niños aman jugar en el suelo, ensuciarse y llevarse a la boca lo primero que encuentran. Como todos sabemos, esto puede causar daños estomacales e infecciones.
Pero los problemas no acaban aquí, pues además de estas complicaciones, los pequeños también podrían estar albergando intrusos en su cuerpo: parásitos o lombrices como todos los llamamos. El gastroenterólogo Mauricio Díaz del Olmo advierte sobre algunas consecuencias importantes que puede generar la presencia de estos bichos y cómo proteger a nuestros hijos de ellos.
SEÑALES
Detectarlos a veces resulta complicado porque existen casos asintomáticos, pero cuando avisa, suele ser a través de diarreas, dolores abdominales, obstrucción intestinal, inapetencia y, el más conocido de todos, escozor anal.
¿CÓMO PREVENIRLO?
Hervir el agua de forma adecuada, lavar los alimentos y las manos de tus niños correctamente, mantener sus uñas cortas y limpiar la casa minuciosamente son algunos puntos a tomar en cuenta.
TRATAMIENTO
Deben ser tratados de una manera muy específica, por ello es importante ir al médico. Lo que sí podemos hacer en casa es evitar su reproducción, dejando de consumir ciertos alimentos como las grasas y azúcares. Además, debemos aumentar el consumo de probióticos y fibras, que son buenos para eliminarlos.
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