La leche y sus derivados son fuente de proteínas, vitaminas y minerales, sobre todo de calcio, que es vital para tener huesos y dientes saludables. El calcio es esencial en todas las etapas de nuestra vida, más aún en la infancia. Las normas de ingestas alimentarias recomiendan para los chicos de 1 a 3 años 500 miligramos (mg) diarios de calcio, para los de 4 a 8 años, 800 mg y para los que tienen de 9 a 18 años, 1300 mg.
Los niños también necesitan 0,004 mg de vitamina D al día, a fin de que su organismo procese el calcio. Los niños que no reciben estos aportes corren el riesgo de contraer osteoporosis cuando lleguen a la madurez.
Ofréceles a tus hijos (niños y adolescentes) productos lácteos atractivos:
— Aliéntalos a tomar más leche y yogur, a preferir la leche en lugar de otras bebidas.
— Déjalos elegir helados y yogur al comprar víveres para la casa, pero verifica el contenido de grasa por tu cuenta.
— Incluye en sus refrigerios escolares porciones individuales de queso.
— Dales queso como snack.
Nunca se insistirá lo suficiente en la necesidad de mantener normales los niveles de calcio a lo largo de toda la vida. No hay que olvidar que la ingestión de calcio es permanente, pues en el caso de faltar ese mineral el organismo lo tomará de tus huesos.
El queso es una forma concentrada de leche, lo conveniente es elegir aquellos con poca grasa. La misma recomendación va para el yogur, rico en proteínas y bueno para el funcionamiento de los intestinos.
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