En medio de las crisis también nacen oportunidades. Eso lo sabe bien don Néstor, emprendedor de Chincha, cuya ferretería nació en abril de 2008, algunos meses después del devastador terremoto que sacudió el sur del país.

Mira también:

La alta demanda de materiales de construcción fue el punto de partida.

@tromepe #ElTromedelaConstrucción ¡Una oportunidad que nació entre la adversidad! 💪 Don Néstor y su esposa, una pareja que emprendió en una ferretería en Chincha #Emprender #historiasdeexito #ferreterias #trome ♬ sonido original - Trome oficial

“Todo estaba destruido. Incluso mi casa se vino abajo. Llegaron empresas para reconstruir la ciudad, pero faltaban materiales y herramientas. A mi esposa y a mí se nos ‘prendió el foco’. El único problema era que no teníamos capital, porque lo poco que habíamos ahorrado era para nuestra boda. Pero decidimos invertirlo en nuestra ferretería Molicap. La boda podía esperar”, recuerda.

Néstor, emprendedor ferretero de Chincha, junto a su esposa. Foto: Britanie Arroyo.
Néstor, emprendedor ferretero de Chincha, junto a su esposa. Foto: Britanie Arroyo.

Y no se equivocaron. Pocos meses después de abrir la tienda, una empresa de Lima lo contactó para abastecer 200 módulos de Techo Propio en Chincha y otros 200 en Cañete. Ese día logró un récord personal: vendió ocho tráileres de cemento en una sola jornada.

“Hasta ahora no he podido superar esas cifras”, cuenta con orgullo.

“Ningún comienzo es sencillo, pero el respaldo de marcas sólidas como Unacem y Aceros Arequipa fue clave para nuestro crecimiento”, indica el comerciante.

Néstor, emprendedor ferretero de Chincha. Foto: Britanie Arroyo.
Néstor, emprendedor ferretero de Chincha. Foto: Britanie Arroyo.

Gracias a la acogida del público, su negocio se hizo conocido y pudo ganar más clientes, no solo en la provincia, sino también en las jurisdicciones de los alrededores.

Además de su ‘caballo ganador’ como él y su esposa le llaman al cemento que venden, en su distribuidora también se comercializan fierros de construcción, ladrillos, tuberías, accesorios de grifería y hasta uniformes EPP (Equipo de Protección Personal).

Pese a los inconvenientes que se presentan, como en todo negocio, don Néstor ha sabido salir adelante con actitud positiva y buena cara.

“Nunca pensé en rendirme. Me levanté como el ave fénix y me hice más valiente. Así somos los ferreteros”, afirma.

TE VA A INTERESAR:

Contenido sugerido

Contenido GEC