Era una fría mañana de julio, Gina, de 90 años, estaba postrada por un derrame cerebral. Aquella mañana la llamaron para desayunar, Gina no respondió, la movieron y no respondía, tenía la piel fría y los labios morados. Gina se encontraba sin vida. Gina había fallecido de hipotermia.
La hipotermia es el estado de enfriamiento del cuerpo por debajo de los 35 grados.
Cuando tenemos frío solemos movernos, frotar las manos, abrigarnos y tomar una bebida caliente.
El anciano postrado no lo puede hacer por su condición de postrado y en muchas situaciones no siente frío y su cuerpo no genera calor.
Los ancianos dependientes y postrados deben estar cubiertos con ropa, mantas o frazadas abrigadoras para evitar llegar a la hipotermia, que puede ser mortal, como el caso de Gina.
No descuidemos a nuestros adultos mayores en estos días de invierno, cerremos bien las ventanas e incluso podemos colocar estufas.