La mayoría llega al centro de salud con daños irreversibles y necesitando diálisis o trasplante de riñón. Foto: Composición Trome.
La mayoría llega al centro de salud con daños irreversibles y necesitando diálisis o trasplante de riñón. Foto: Composición Trome.

Cuando pensamos en enfermedades renales, diálisis o problemas de riñones, solemos imaginar a personas de la tercera edad. Sin embargo, estos problemas de salud también pueden afectar a bebés y niños, y lo preocupante es que hoy en día se presentan de forma cada vez más agresiva y silenciosa.

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El doctor Mario Encinas, nefrólogo pediatra y expresidente de la Sociedad Peruana de Nefrología, advierte que ha aumentado significativamente el número de menores que llegan a estadios avanzados de enfermedad renal, especialmente al estadio 5, que es cuando solo el 15% de los riñones funciona.

“Lamentablemente, recibimos casos de niños menores de cinco años que ya necesitan diálisis o un trasplante. Esto sucede porque no se detectó a tiempo la enfermedad y los daños se volvieron irreversibles”, explica el especialista.

Las causas más frecuentes en niños incluyen malformaciones congénitas, nacimientos prematuros, bajo peso al nacer, obesidad infantil y diabetes.

Encinas recomienda a los padres estar atentos a cualquier cambio en la orina de sus hijos: si es más oscura, rojiza, espesa o con olor inusual. “Estas señales pueden ser indicios de que algo no está funcionando bien en los riñones”, advierte.

DATITO

Como la enfermedad es asintomática, en los chequeos médicos de tu pequeño debes pedir que le midan la presión y le hagan exámenes de orina para descartar anomalías.

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