
La biología del amor estudia los procesos fisiológicos, neurológicos y hormonales que ocurren en el cuerpo cuando sentimos amor, atracción o apego.
Aunque el amor también tiene dimensiones psicológicas y culturales, desde una perspectiva biológica, se puede dividir en tres fases principales, cada una con su propia química:
1. Atracción o deseo
- Hormonas clave: Testosterona y estrógenos
- Esta etapa inicial está impulsada por el deseo sexual. Se activa en parte por señales visuales, olfativas y auditivas.
2. Enamoramiento o atracción romántica
Neurotransmisores clave:
- Dopamina: relacionada con el placer, la recompensa y la motivación. Nos hace sentir eufóricos y centrados en una sola persona.
- Norepinefrina (adrenalina): aumenta la frecuencia cardíaca, provoca sudoración y nerviosismo.
- Serotonina: sus niveles bajan en el enamoramiento, lo cual se ha asociado con pensamientos obsesivos sobre la persona amada.
El cerebro en esta fase se parece mucho al de una persona adicta, lo que explica la intensidad emocional.
3. Apego o amor a largo plazo
Hormonas clave:
- Oxitocina: conocida como la “hormona del abrazo”, se libera durante el contacto físico, el sexo, e incluso al cuidar a un ser querido. Fortalece el vínculo afectivo.
- Vasopresina: relacionada con la monogamia y el apego duradero, especialmente en hombres.
Esta etapa está más vinculada con la confianza, la estabilidad emocional.
En resumen, el amor es un cóctel complejo de reacciones biológicas que evolucionan con el tiempo y que han sido seleccionadas evolutivamente para favorecer la reproducción, el apego y el cuidado mutuo.