
¿Cómo disfrutas una taza de café? ¿Le echas agua o lo combinas con leche? El café es la segunda bebida más consumida en todo el mundo (la primera es el agua, y la tercera el té), pero la manera como lo tomamos y cuánto tomamos puede marcar la diferencia entre lo saludable y lo que no lo es tanto.
“Por la cafeína, que es estimulante también del sistema nervioso central, el café nos mantiene despiertos y alertas, asimismo se puede consumir con leche y sirve como una infusión que disminuye el apetito. Ideal a la hora de bajar de peso, es digestivo y muy bueno en el cansancio y fatiga mental”, explica el nutriólogo Gerardo Bouroncle.
Sin embargo, echarle mucha azúcar al café es la manera más rápida de convertirlo en una bebida poco saludable. Así lo indican expertos de Healthline, quienes recomiendan evitar endulzar el café porque el exceso está asociado con enfermedades graves como la obesidad y la diabetes.
Aconsejan agregarle, en su lugar, un poco de canela (o vainilla), “ya que su dulzor natural baja el sabor amargo del café”. Además, porque regula el azúcar en sangre, reduce la inflamación y protege nuestro corazón.
Si tomas café con leche o crema de leche, debes saber que estas pueden elevar la cantidad de calorías, lo mejor será medir las cantidades. De lo contrario, incluye leche vegetal (de almendra, de soya o avena), que es una alternativa baja en calorías frente a la leche tradicional.
DATITO
El café en granos o molido es mucho mejor que el instantáneo. Se recomienda no superar más de tres tazas de café al día porque puede causar efectos secundarios.










