Bryan Reyna se ha estrenado con la selección peruana con la selección peruana: conchudez, frescura y un gol que resume el juego pícaro y atrevido que tanto estamos necesitando en el recambio que lidera Juan Reynoso. Es cierto, todo se hace más fácil ante un discreto El Salvador, pero seamos sinceros, estos rivales son precisamente para eso, para la ilusión en exceso y el disimulo de las limitaciones. Eso sí, en lo primero, Bryan es la novedad más atractiva de este partido.
Bryan Reyna juega de extremo, puede jugar tanto por izquierda como por derecha. Es rápido y desequilibrante. Es joven, pero no tanto. Tiene 24 años y una trayectoria que se resume en una palabra que representa a todos los peruanos que buscan salir adelante teniendo (casi) todo en contra: perseverancia.
El 2021 se estrenó en el fútbol peruano tras un incidente poco recordando en plena pandemia cuando jugaba en el Mallorca B. Había sido detenido en la calle por incumplir el toque de queda. El club lo expulsó.
En noviembre de 2021 volvió a ser noticia: había sido detenido por la policía peruana cuando iba en un auto. Según el programa de Magaly TV, en el parte policial se detallaba que se le encontró un arma y presuntamente droga.
El 2022 continuó en Cantolao, club donde este año se consolidó y empezó a destacar, tanto que llegó a la mira de clubes como Alianza Lima y Universitario de Deportes. Sus buenas actuaciones, y estar alejado este año de los temas extradeportivos, hicieron que Juan Reynoso apueste por él en su primera convocatoria.
Luego del discreto debut ante México, Juan Reynoso decidió apostar por un equipo alterno ante un rival de menor talla como El Salvador. La gran novedad fue Bryan Reyna en el mediocampo. Con 24 años era su debut en la selección peruana y lo hacía de titular.
No lo hizo mal. Su versatilidad para jugar por ambos extremos lo hizo destacar, además de su velocidad y su ímpetu para encarar. El gol es un resumen de todo su juego: se encuentra la pelota en el corazón del área y sin temor amaga y burla a un defensa para luego definir con calidad. Un diamante en bruto en medio de un equipo repleto de jugadores de larga trayectoria y otros “recuperados” por Reynoso.
Reyna así, personifica la novedad y la expectativa en cuanto a recambio, esa palabra bendita que tanta falta le hace a la selección peruana.
Eso sí, el rival, tan permisible, hizo que cualquier intento de la selección peruana en ataque sea más sencillo de ejecutar. Las licencias y los pocos argumentos del rival permitieron que Perú brille más de la cuenta, o mejor dicho: alcance un nivel superlativo (4-1) que con ese mismo rendimiento sería poco probable de alcanzar con una selección del nivel sudamericano. Hasta Venezuela significaría mayor reto que El Salvador.
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