Un corazón artificial permite que Leslie Flores (40), joven madre de familia, pueda vivir. Una miocardiopatía dilatada no isquémica le provocó insuficiencia cardíaca avanzada y severa, ya no respondía a tratamientos, su corazón ya casi no funcionaba. ¿Cómo han logrado reemplazar las funciones de ese órgano tan vital? ¿Cuál es el mensaje que da esta valiente mujer? ¿Cómo el incondicional amor de su familia influye también en su recuperación?
“Su situación fue muy crítica. Su corazón perdió toda capacidad para bombear sangre, para irrigar. Recibió los medicamentos que existen para mantenerla viva, tuvo ventilación mecánica, hasta que se le colocó un dispositivo, que sustituye la función del corazón”, dijo el doctor David Gálvez Caballero, cardiólogo del INCOR de EsSalud.
En conversación con Trome, Christian Zárate, esposo de Leslie, explicó que la grave condición le fue diagnosticada en el tercer embarazo, y su vida y la de su bebé corrían peligro. El parto de se dio a vísperas de Navidad.
“Solo pedí que salvaran a mi bebé. Fue muy duro. Desperté un mes después, estuve sedada e intubada para que mi corazón se recuperara”, detalló Leslie.
Leslie se recuperó y regresó a casa, pero a los dos años años recayó, a pesar del tratamiento que seguía. Su cansancio era tan extremo que ya ni podía respirar bien, movilizarse ni hablar.
“Su corazón no se contraía, solo se expandía. Estaba muy grande, por eso no bombeaba bien. Ella es delgada, pero sus manos, pantorrillas y pies se hinchaban demasiado, se ahogaba para dormir, no podía caminar ni comer y empezó a tener hospitalizaciones más frecuentes”, dijo su esposo a Trome.
Tras un shock cardiogénico, del hospital Sabogal fue derivada al Instituto Nacional Cardiovascular (INCOR) “Carlos Alberto Peschiera Carrillo’ de EsSalud.
Llegó al INCOR con el corazón funcionando en 19% y a los pocos minutos solo al 6%, por lo que fue conectada al ECMO, que es un soporte de circulación y respiración.
“Su estado era muy crítico. No iba a soportar cirugía a pecho abierto y los pronósticos no eran buenos”, añadió Christian.
Hasta que le colocaron un dispositivo de asistencia ventricular (‘corazón artificial externo’). “Este equipo sustituye la función del corazón, permite la irrigación a los órganos, restablecer el oxígeno, los nutrientes”, precisó el médico cardiólogo David Gálvez Caballero.
Ya tiene tres meses con un ‘corazón artificial’. Sus órganos funcionan bien, ya puede respirar, caminar, comer por sí misma, abrazar a sus hijas Karla, Victoria y Alejandra, y a su amado esposo, al recibir su visita o videollamada. Ellos son claves en su buen estado emocional y también sus motores de vida.
“Hay que ser valientes, con la ayuda de Dios y con la de las personas que están a nuestro alrededor”, dijo emocionada Leslie, al agradecer también, de manera especial, a los especialistas de EsSalud (cardiólogos, cirujanos cardiovasculares, enfermeras, terapistas, nutricionistas).
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