La temperatura se sigue elevando en este verano. Ayer superó los 30 grados en Lima Este, con sensación térmica de 32 y se viene febrero, el mes con más sol. El fuerte calor no solo genera bochorno, sino que nos expone a deshidratación, insolación y golpes de calor.
El Instituto Nacional de Salud señala que si el niño menor de 18 meses tiene fiebre alta, piel seca y llanto persistente, podría tener golpe de calor, incluso puede presentar náuseas, irritabilidad y problemas para respirar.
El doctor Julio Cachay, médico internista de la clínica ‘Ricardo Palma’, también advierte que ‘con los años, los mecanismos para regular el calor corporal disminuyen. Si el adulto mayor no toma precauciones puede tener serios estragos en la salud, más si sufre enfermedades crónicas’.
A su vez, el doctor Walter Hidalgo, de medicina interna de la clínica ‘Delgado’, señaló que la deshidratación no solo da sed, también fatiga, calambres, mareos y si la pérdida de líquidos es severa, puede haber dolor abdominal y alteración de conciencia.
TOME EN CUENTA
Evite exponerse mucho al sol entre las 11 de la mañana y 4 de la tarde. Si sale, use sombrero de ala ancha.
Vista ropas ligeras y de colores claros.
Hidrátese: Tome agua, consuma frutas como sandía, papaya y ensaladas. Evite gaseosas.
Haga ejercicios a primeras horas de la mañana o cuando ya ‘bajó’ el sol.
Refrésquese con ducha y compresas de agua fría.
Ventile la casa.
Si el niño o adulto mayor tiene dolor de cabeza, vértigo, palpitaciones, calambres, visión borrosa o desequilibrio, llévelo al médico.
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La temperatura se sigue elevando en este verano. Ayer superó los 30 grados en Lima Este, con sensación térmica de 32 y se viene febrero, el mes con más sol. El fuerte calor no solo genera bochorno, sino que nos expone a deshidratación, insolación y golpes de calor.
El Instituto Nacional de Salud señala que si el niño menor de 18 meses tiene fiebre alta, piel seca y llanto persistente, podría tener golpe de calor, incluso puede presentar náuseas, irritabilidad y problemas para respirar.
El doctor Julio Cachay, médico internista de la clínica ‘Ricardo Palma’, también advierte que ‘con los años, los mecanismos para regular el calor corporal disminuyen. Si el adulto mayor no toma precauciones puede tener serios estragos en la salud, más si sufre enfermedades crónicas’.
A su vez, el doctor Walter Hidalgo, de medicina interna de la clínica ‘Delgado’, señaló que la deshidratación no solo da sed, también fatiga, calambres, mareos y si la pérdida de líquidos es severa, puede haber dolor abdominal y alteración de conciencia.
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Hidrátese: Tome agua, consuma frutas como sandía, papaya y ensaladas. Evite gaseosas.
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