Pocos conocen que la ‘madrina’ que le dio vida al partido del probado asesino de policías Antauro Humala, para postular a las elecciones presidenciales del 2026, fue la fiscal suprema Delia Espinoza, cuando era integrante del Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Espinoza ahora aspira a ser fiscal de la Nación. Todos los medios han sindicado de ese despropósito electoral al presidente del JNE, Jorge Luis Salas Arenas. Pero él no lo firmó.
En ese momento, noviembre del año pasado, Salas estaba de vacaciones y lo reemplazó dicha magistrada. La resolución a favor de Humala fue rubricada, además de Delia Espinoza, por los miembros Willy Ramírez, Jovian Sanjinez, Aaron Oyarce y la secretaria general María Marallano.
Más allá de este hecho, el lunático Antauro Humala empezará su campaña presidencial a todo meter. Especialmente en las zonas del sur andino y en localidades cocaleras, en donde regará su discurso divisionista entre peruanos, cargado de odio y rencor.
Será un calco de lo que hizo su socio y admirador Pedro Castillo, preso por golpista. Fuentes de inteligencia analizan información respecto de un acercamiento estratégico entre ambos.
No hay que olvidar que Castillo ha dejado un bolsón importante de seguidores en dichas zonas, que hasta hoy creen en él. En una encuesta de CPI realizada a inicios de este mes, el 1.2 % de los encuestados dijo que votarían por el profesor si fuera nuevamente candidato presidencial. Y un 1.9 % señaló que lo haría por Antauro Humala y 1.6 % por Keiko Fujimori.
No es de extrañar, desde esa perspectiva, el acercamiento del congresista izquierdista de Juntos por el Perú Roberto Sánchez —exministro de Pedro Castillo y también investigado por el golpe de Estado— con Antauro Humala, para formar una alianza en las elecciones del 2026.
El mismo Sánchez reconoció la semana pasada haberse reunido con el sentenciado por asesinato, declarado consumidor de drogas, quien pretende acabar con nuestro sistema democrático.
No hay que ser magos para adivinar que todos los sectores de izquierda que hicieron ganar a Castillo en las elecciones del 2021 (encabezados por Verónika Mendoza y el prófugo Vladimir Cerrón) harán lo mismo con Antauro, sin importarles su sangrienta trayectoria. Es parte de su ADN: se insultan, se dicen la vela verde, se acuchillan, pero terminan juntos.
“Con un país tan polarizado, con un sur rabioso, ¿Antauro Humala tendría posibilidades en las próximas elecciones?”, le preguntó Trome en agosto del 2023 a Alfredo Torres, presidente ejecutivo de Ipsos Perú. Torres respondió: “Sí, es una persona que ahora está con perfil bajo, pero sí tiene algunas condiciones de liderazgo que a un sector radical pueden resultarle atractivas”.
Es un hecho que, si no gana, su partido tendrá una buena cantidad de parlamentarios, uno más impresentable que el anterior.
Entretanto, hasta hoy, los congresistas no se atreven a aprobar una ley que prohíbe la candidatura del lunático exmilitar. Cuando despierten será demasiado tarde. Nos vemos el otro martes.
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